Condenado a errar sin paz a pesar de mi libertad, siento que las cadenas me atan, ¿algún día seré capaz de navegar por ese cielo pacifico sin tener que rendir cuentas al destino?.

Algún día llegara la cólera fatal a juzgar a aquellos que sin motivos han de matarnos suavemente como el sida hace con los infectados.

Sentenciado a los reproches constantes de entes que no entienden de razones del corazón, si ni siquiera conocen la palabra “AMOR”, al menos ansioso la busco y no enaltezco con el dinero y los grandes lujos, solo tengo mis pies y mi cabeza para estar en pie, es de eso de lo que me valgo para seguir.

Mi angelito me levanta muchas veces con la esperanza de que todo va a ser mejor, que dejare de cargar rencor por sentir y amar, algo de lo que tengo que estar orgulloso es de que tengo a algunos que me aman a mi y me acompañan en todo y se que siempre me apoyaran en todo momento, cuando Dios venga y me lleve, se lo que decirle cuando me pregunte que hice de bien en esta vida; AME mi señor, ame como jamás ame a nada ni nadie en este mundo infeccioso de vanidad y conveniencia, porque los mas fuertes son los que día a día luchan para matar el dolor y el fracaso. Es esta mi declaración de paz.

Luego de estas sutiles palabras moriré feliz, sabiendo que mi ángel allí esta y crecerá leyendo estas líneas, para sacarse esa duda existencial que es si su amor la amó. Así con sus manos en su pecho sentirá latir su corazón de emoción. Si tan solo la cólera del cielo fuese más suave, valdría la pena vivir sufriendo, valdría la pena seguir luchando


De Matías Villada