Desarrollo de políticas económicas por ilustrados.
No creo que pueda desarrollar una idea o un concepto acabado de políticas económicas por mí limitada cognición intelectiva respeto al tema y, desde luego, al no ser un ilustrado con diploma de decoración, menos. Y como dijo Aristóteles, que el pobre no puede hacer políticas, pues, al tener que estar buscando como satisfacer sus necesidades básicas no tiene tiempo para dedicarse a la política.
Ahora bien, como dice Bergson, que la intuición es la misma fuerza divina interna de cada individuo, me creo en el deber de plantear mis conclusiones respeto al tema de nuestro desarrollo económico.
Pero antes que todo recordemos a Jonh Locke lo que decía del estado; el estado es el equilibrio de la sociedad.
Sin temor a equivocarme, con respeto a Locke, me atrevería a asegurar que se refería a cada uno de los miembros que conforman una sociedad. El estado tiene que velar por estos sin importar el estatus economito y social al que pertenezca, pues, al estado estar dirigido por personas dependientes de su razón y no de sus instintos, son los más aptos para dirigir la sociedad. Y en esto tenemos que tener muy claro que la dinámica de la sociedad contemporánea no es más que la dependencia de sus instintos, mientras más irracionales y alienados sean los pueblos, mejores y más leales consumidores. Es decir, que la razón es inversamente proporcional a la economía de mercado. De aquí que tenemos que velar porque nuestros políticos utilicen más su razón que sus instintos.
¿Pero quién es que permite que una sociedad sea instintiva o alienada en la economía contemporánea? Sin lugar a dudas que países como éste subdesarrollado, las grandes potencias han influido para que no pasemos que de meros consumidores, desde luego que aliados con lideres locales carente de sensibilidad hacia sus correligionarios. Pero estos no se pueden culpar, pues, no están conscientes de que son títeres de fuerzas fácticas mundiales que los utilizan a sus antojos.
De aquí que nuestros estados sean tan vulnerables a la hora de desarrollar políticas económicas coherentes y equilibradas. En donde se tracen las directrices que seguirán nuestras sociedades. Como asegurarle vivienda a cada uno de sus ciudadanos, en donde el desarrollo técnico sea un aliado al desarrollo social y no un signo de prestigio o de estatus, en donde cada uno de los niños que nazcan se le tenga un plan de alimentación inicial para que desarrolle todas sus cualidades cognitivas; en donde se tenga una clara orientación de que tan educada será nuestra sociedad, en donde dejemos de producir profesionales mediocres, ilustrados insensibles y prostitutas y taxistas a granel.
¿Acaso no son los que dirigen nuestra sociedad los que trazan las líneas a seguir de todos estos vicios sociales? Lamentablemente la respuesta es afirmativa, como dijo Eric Fromm, de acuerdo al comportamiento de los jóvenes vemos que tan efectivos fueron los padres al educarlos. Y lo mismo podemos decir de los actuales líderes que son imitados por los jóvenes.
Entonces, si nuestros líderes carecen de la creatividad y la sensibilidad suficiente para desarrollar políticas económicas progresistas y equilibradas, ¿será culpa de los pobres alienados el desequilibrio social?, creo que no.
Cuando Jesús dice, es más fácil que entre un rico al reino de los cielos que un camello por el ojo de una aguja, no se refiere a la riqueza en si, sino, que al no evolucionar a una etapa superior y quedarse atado a lo terrenal, es decir, a lo instintivo, pues, el dinero le da poder, dominio y seguridad, como especie involuciona.
Cuando es la razón que da poder, dominio y seguridad está besándole los pies a Dios, pues, Dios dijo, yo soy la sabiduría. Y quien es guiado por la razón, es guiado por la sabiduría, por ende, por Dios.
Pero como sociedad no ha habido de manera colectiva momentos de sabiduría, salvo excepciones, como La Grecia de Pericles. Más Dios nos da la figura del estado para que colectivicemos la razón o sabiduría por medio de la educación o conocimiento técnico. Como dijo Fidel Castro, sólo la educación garantiza la especie humana.
Y cuando nos referimos a la educación nos referimos a las matemáticas, las artísticas y las morales, pues, las tres tienen el mismo fin, que no es más que el bienestar de la especie humana y su entorno.
Ahora si el estado está conformado por personas ilustradas que distorsionan la educación (matemáticas, artísticas y morales), los resultados serán anárquicos y reinará la violencia, el caos y la desesperanza. Los ilustrados vivirán en un bienestar acorde con su ego y los pobres en una desesperanza adquirida colectiva. La brecha entre estos cada día será mayor y la paz social penderá de un hilo. El equilibrio que debería existir no existe.
Para que la economía se desarrolle y traiga bienestar a cada individuo de la sociedad y no permita que el capitalismo salvaje arrope la sociedad tiene que tener un estado fortalecido, conformado por individuos verdaderamente sabios y con objetivos a corto, medianos y largo plazo muy bien definidos.
Sandy Valerio. 26 - 12 - 2009
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