Aclaraciones y desmentidos sobre Dios.
¡Dios! Es lo que gimes cuando tus generosas nalgas se dejan lubricar por mi bendita.
¡Dios! No es una cruz que se venera para recordar una tortura.
¡Dios! Es lo que gritas cuando mis olas revientan contra tu almohada.
¡Dios! No es un padre nuestro escrito con sangre en la memoria.
¡Dios! Son tus labios enrojecidos chorreando en mi lengua.
¡Dios! No son imágenes doradas flajelando sentimientos humanos.
¡Dios! Es lo que bebes cuando la espuma brota del océano, en nuestra cama.
¡Dios! No es el miedo al pecado por querer invocar a la risa.
¡Dios! Es la mirada que oculta nuestros cuerpos a la luna.
¡Dios! No es una riña eterna por una ciudad maldita.
¡Dios! Son tus uñas firmando el deseo en mi espalda.
¡Dios! No es tragar la sangre robada para bendecir una blasfemia.
¡Dios! Es consagrar el vino sagrado en compañía de la familia y el cariño.
¡Dios! No es celebrar la muerte cada insanta semana.
¡Dios! Es lo que anhelas cuando la vergüenza sonroja tus hábitos.
¡Dios! No es una sotana de eunuco al que se le niega la vida.
¡Dios! Es el sexo que nos une para amamantar una nueva alma.
Dios está tan desacreditado que mejor llamémosle vida.
Texto agregado el 26-12-2009, y leído por 332
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Lectores Opinan
23-08-2010
Excelente, pasa del erotismo a lo sublime con toda facilidad y comodiad, como seguramente lo debe querer dios. 5* sara_eliana