Son las nueve de la noche de un día de navidad. Una familia se sienta a una mesa. Sonríen, pero no están del todo felices, ni del todo ni nada felices. No se puede ser feliz cuando el futuro es incierto, no se puede ser feliz porque la felicidad no existe. La comida es buena, abundante, incluso demasido. Demasiado buena, nada es nunca demasiado bueno siempre que no exista algo que impida disfrutarlo.
Nada es mas triste que algo que podría ser alegre pero que el miedo, casi la certeza de que no volverá a ocurrir, impiden que se disfrute. Nada es mas patético que la tristeza alegre.
Que queda despues de la cena de Nochebuena? Queda un triste recuerdo lleno de sonrisas; queda un anciano que quiere ser niño; queda una niña que si que es niño; queda un hombre joven(hoy con 54 se es joven) que se empeña en ser anciano porque su vida de joven no le deja ser joven ahora; y quedo yo, pensando, pensando que soy demasiado joven para sentirme tan viejo, tan cargado, tan lejos de mis sueños, tan cerca pero tan lejos, tan lejos pero tan cerca de nuevo, de nuevo..
De nuevo persigo mis sueños, los alcanzo, no estoy soñando, es real, es NOCHEBUENA; UNA NOCHE NORMAL, NO LA NOCHE DE LOS SUEÑOS DE LOS NIÑOS, DE LOS RECUERDOS DE LOS ANCIANOS, DE LA TRISTEZA DE LOS QUE NO PUEDEN TENER RECUERDOS, DE LA ALEGRIA DE LOS QUE QUIEREN QUE TODO, CASI TODO, DE UN GIRO A SU FAVOR.