Aun en la muerte
te amare Danasha.
Este crepúsculo negro y lastimero
que emula al funeral de mi vida
me sabe a tristeza.
Escuché, Danasha,
que en el amor se debe de ser como el leñador
que golpe a golpe hace caer el árbol.
Pero este corazón tuyo
no tiene una hendidura siquiera
para emular al leñador,
aun no tengo la llave
se que en mi vida jamás lo tendré.
Esta lechuza lastimera
con sus cantos fúnebres en atardecer
me devuelve a mi olvido fingido
por risas irónicas que mis labios disfrazan,
pero mi vida, mi vida. Dios mi vida,
ya no es mía, y no es mía, dios ya no es mía,
lo dejó de ser cuando tu amor en mi vida apareció.
Este amor enfermizo
que duele, y que sabe a lamento de ave,
a lamento de madre, de niño, de atardecer.
Esta vida que ahora es tuya,
que ya no me pertenece,
pero me duele como el ayer,
y no ha dejado de doler,
esta herida que solo en mi corazón existe.
me aturde me daña me hace infeliz
Danasha, hoy que Dios ha elegido un día pálido
y sombrío , un día de luto para el cielo
que el sol ha dejado de brillar,
Y una gaviota extraviada
ha dejado su lamento.
Hoy es una bonita tarde noche para morir,
¿Mi vida lo quieres?
!!!mi vida es tuya.!!!!
Solo deja que me despida
del sol, de mis lagos, del mar,
de mi vieja madre
y de los amigos que
en una noche cualquiera los perdí.
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