El sol oculto entre tus dedos,
luces de hielo, escarpada inclemente,
cipreses muertos, luna improvisada,
el sol se pierde en los rasgos de tu sombra,
se pierde igual que mis ojos.
Brisa rebelde que te escondes de mis manos,
de mis suplicas de niño malcriado, de mi
romance de Cirano frustrado, de mis ojos
buscando tu sonrisa.
Me sometes al cruel destino de no mirarte,
me propones tu olvido, me reservas tu adios.
El agua de los mares se seca y se evapora
ante la inclemencia de tus ojos altivos,
vientos fragiles de media noche
romance de olas, heridas del rojo carmesí
de tus labios, se proponen acabar con mi fe moribunda, alas de fuego, brazos partidos,
utopia emergente, realidad confundida,
se mueren las dudas en tu piel inalcanzable,
todo es olvido para tus ojos.
Un mar se desliza por tu piel, un eco
te persigue a donde vas, mis huellas
van tras de ti, y huyes al pantano
donde las arenas te consumen,
tu te pierdes ahi sin pretender salir;
y yo me pierdo en los rasgos de tu sombra. |