Tal vez una flor, un pétalo, una canción, una mirada, jamás vio todo, simplemente se resigno a ver lo mas pequeño y fue feliz, profundamente feliz, y lo seguiría siendo mientras tuviera su mirada, la mirada de aquella doncella que con un gesto lo decía todo y nada al mismo tiempo, daba mucho mientras guardaba lo hermoso. Tal vez sabia que jamás seria suya pero aun vivía en la mentira de su amor, en la dulce mentira de sus ojos mientras la pesadilla de su realidad se consumía sola, no recuerda haber sufrido mientras los ojos de la doncella estuvieron en ese balcón listos al atardecer para brillar con la fuerza de las estrellas, esas estrellas que jamás se apagan. Si por el hubiese sido jamás hubiese despertado, pero al igual que un capullo que alguna vez seria mariposa perdió el don de distinguir la esencia, perdió el don de ver lo mas sencillo ante la inmensidad, despertó a una pesadilla salió de un dulce sueño a un oscura realidad pero la doncella siempre estuvo ahí, jamás dejo de mirar a la nada y mientras sus ojos se perdían en el horizonte, el, descubrió que el sueño en el que siempre había estado era mejor que la realidad de todos, tal vez, seguramente, la única realidad que conocía su inocente mirada fue el sueño en el que vivo alguna vez antes de que se extendieran sus alas y volara lejos de la fantasía de un mundo que giraba en torno a una rosa, talvez, seguramente, su única verdad era la mentira de los ojos de la doncella y volvió a dormir y soñó con hadas y con rosas que no tenían espinas, se libero y volvió a su pequeño mundo en donde el derecho de las cosas era su revez. De nuevo su vida hizo parte de un pequeño salón de la mirada de la doncella, y rompiendo el esquema del tiempo retrocedió y no envejeció sino que se hizo niño, amó con la misma intensidad que vivía día a día, con la misma intensidad que soñaba y vivía sus sueños. Aprendió a escuchar el silencio y a callar cuando la naturaleza quiere hablar, aprendió que para amar solo se necesita uno, aprendió que al crecer no se madura sino que simplemente se envejece y decidió ser niño por siempre, decidió perder el pudor y los modales para vivir, simplemente para vivir. |