Nacemos, enredamos y morimos... y todo lo que va pasando lo vamos olvidando por estos caminos que llámalo "X" nos ha puesto para recorrer. ¿todo se olvida? momentos, sensaciones, sueños, emociones... gente, también se olvida gente, hasta que un buen día una llamada de teléfono te saca de tu olvido y de pronto... ya no está, ya no existe y lleva años sin existir, pero en ese momento de cigarro en la cama mirando absorto al techo empiezas a recordar los años que pasaron, las cosas vividas, las sensaciones olvidadas y te das cuenta que esos recuerdos tienen nombre, apellido, color e incluso olores. Olores a un pueblo medio muerto, a una iglesia medio en ruinas, a un perro que te acompañaba detrás del coche hasta la salida de las vías. Recuerdas los paseos por los sembrados, la ropa del mercadillo de los domingos, los "bollos preñaos" de por la mañana temprano, las paredes encaladas de una Andalucía decadente y olvidada, jugar al escondite entre los olivos de oro verde.
Es imposible guardar en una cajita tantos recuerdos para un día poder cogerlos, masticarlos, sentirlos como ayer y que de pronto vuelvan... pero cuesta trabajo saber que poco a poco... alguien, en algún punto del planeta también empezará a olvidarte y algún día dirá... joder, "parece que fue ayer".
Es duro pensar que tan solo unos cuantos de recuerdos que dejamos plantados en la cabeza de alguien y que mientras haya una sola persona en el mundo que te recuerde seguirás, en parte, vivo.
Pues esta vez no, esta vez aún no es tarde para despertar, aún no es tarde para olvidar y no pienso empezar con la macabra sinfonía de recuerdos perdidos.
El día en que yo muera
abusad del vino y del tabaco
para que, desde donde sea,
me entretenga.
Jerez, 21 de Diciembre de 2009 |