Inicio / Cuenteros Locales / quiquelux / Balbuceo interior.
Con cuatro palabras ya hilvano grandes pensamientos; después, siento que las ideas emergen como el vapor que provoca la gran temperatura.
Estoy recostado sobre el pesebre mirando camellos con reyes pasar.
Diviso los sueños entre el eco de la cuna solitaria. La vida recién comienza y mis piernas solicitan salir a caminar.
Lo que sigue es una vida errante, donde llevo en suspenso una cruz ambulante. Venciendo la muerte, yendo y viniendo en libertad. |
Texto agregado el 22-12-2009, y leído por 215
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