Ya no importa que haga,
ni con quien esté,
ni adonde vaya.
Ya no importa si voy,
si vengo,
o si no estoy.
Ya no importa si es de dia,
o de noche,
o de tarde.
Ya no importa si es naranja,
rojo,
verde.
Ya no importan los arboles,
ni el frio,
ni las camperas.
Ya no importan los bosques,
ni la playa.
Ya no importa la intimidad y el calor de tu casa,
o de la mia.
Ya no importa si intento olvidarte,
o no.
Basta decir que ya no importa nada.
Porque todo, todo, todo tiene tu aroma,
tu escencia,
tu apariencia,
tu voz.
Ya nada importa,
porque todo tiene la firma y sello de tu amor ausente.
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