No Quema
¡Cuidado, cuidado hagan paso viene el árbol!-gritaba la chica del negocio.
Me quede con la mano extendida esperando la devolución del dinero.
La madre de la chica buscaba entre sus bolsillos mi parte.
Vi entrar una especie verde que ocupaba la salida completamente, su olor era agradable, sus ramas se mecían violentamente.
Bajando la mirada observe un par de botines café que por defecto se hubieran lucido muy bien, sin esas calcetas blancas con líneas rojas.
Seguí observando impacientemente detrás del arbolito
Quería ver más, las piernas perfectas y esa inclinación de rodillas culminaba la curiosidad.
Las piernas tenían un color parecido a mi chocolate preferido, sin dejar de detallar que recordé el aroma del chocolate.
Se me enganchaba el apetito.
Agilizaba mis ojos para no perder detalle, él árbol no dejaba ver la estructura de la “calidad” que entraba.
De pronto, el árbol se dejo caer, me sorprendí acaloradamente.
En su rostro una blanca barba, el poco cabello que le quedaba era del mismo color de la barba, sus anteojos frotaban su nariz, su boca poco se dejaba ver.
¡Era el!
Santa Claus, Papá Noel, Viejo Pascuero, Santa Clos, Colacho, San Nicolás…
El mismo que en una noche de pasión desenfrenada me abandono con la excusa de que iba a entregar unos regalitos y volvía.
No fue así…
Nunca volvió pasaron noches “malas” sin el, sin sus piernas chocolatadas…
Me acerque y lo abrase.
Me miro exhausto. Mientras le acariciaba su barba acolchonada.
La Sra. del negocio observaba la escena coléricamente.
Dije: ¡Viejito Pascuero! dime que hoy pasaras por mi casa, tengo la leña ardiendo.
El se paso la mano por el rostro precipitadamente.
Antes que el abriera la boca la Sra. apresuro la suya y extendiéndome la mano con mi dinero me dijo:
-¡Va a tener que apagar su leña porque”ese” leño ya no quema!
Feliz Navidad a Todos Los Lectores.
Les desea Lovecraft
19.12.2009
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