RIPIOS EN LA CENA DE NAVIDAD
(Parroquia de San Pablo )
Nota.incluyo estos versos, porque me resultan algo simpáticos.Claro es que, para entender su meollo, habría que conocer a los personajes que se citan.
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Diecisiete decembrino…
En “El Isidro”, cenamos
Buena carne y buen cochino…
¡Qué bien que nos lo pasamos…
Presidía don Marino!
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¡Ya llega José Francisco,
Un cura de cara llena!...
Donde él entra, se arma el cisco...
¡No se si darle la cena
O arrearle un buen “pellisco”!
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Y decía este buen cura:
“Estoy mal de la garganta”.
Era una falacia pura…
¡Pega unas voces, que espanta
La angelical criatura!
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Mi dama, que es truculenta
Y un rato de “mal pensada”,
En “cuantis” Carlos me mienta,
Ella maquina e inventa
Alguna barrabasada…
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Llegó mal a una novena
Y, hasta con recochineo…
¡Carlos…, menuda verbena,
Ante Felipillo el feo
Y la Virgen santa y buena!…
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Mercedes, tarde llegó,
Por el fraile dominico…
Resulta que se enrolló,
Dándole con gusto al pico
Y a la moza alucinó…
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Ya se acerca don Marino,
Tirando fotografía…
Yo, mientras tenga buen vino
Y una mujer santa y pía,
Pondré mi gesto más fino…
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Presume de buen muchacho,
El cura que está a mi vera.
Es muy parco y no borracho…
(el vino cata por fuera,
y del tostón, sólo un cacho).
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Y, allá veo en el horizonte,
A un cojo que es “monseñor”…
Si la cabra, tira al monte,
¿adonde irá ese señor,
Que no fuma ni bisonte
Y “pinta” como un pintor?
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Cerca del Amable, está
El que en Puerto, es cocinero…
El mismo que ha echado ya
Aquel hueso traicionero
Que obstruyó su “re-mi-fa”,
O, sea se, el “agujero”
Por donde la caca va…
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Manoli llegó soltera
Y Angelita, de palique…
El guardia no está a su vera
Y el Alberto, se ha ido a pique…
¡Que vida más puñetera!.
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El chuletón que me sobra,
Queda bien para mañana…
Si el dueño ya se lo cobra
Y estoy junto a la ventana…
¡Llevármelo es buena obra,
Y además…, me da la gana!.
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En nombre del Rescatado
Y su imagen redentora,
Al fin, Tomás ha arribado,
Y Ana, la coordinadora…
¡El cupo se ha completado…
Cenemos en buena hora!.
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Como Lucas, el converso,
No cabía en ese verso,
Me habla con tono farruco,
Y dice que es muy señor…
¡Perdóneme, por favor,
Y no me saque el trabuco!
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Don Marino, padre cura:
Écheme la bendición...
He cenado, de locura,
¡Me ha encantado el chuletón,
En lugar de la verdura!
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Merceditas tiene prisa
Y es culo de mal asiento…
Se levanta pronto a misa
Con el fraile del convento,
Que su presencia precisa…
¡Mira que soy elemento
Y de conciencia remisa!
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Mire usted, qué mala leche
Que tiene ese señor cura…
¡Mejor una foto me eche
Y tráteme con dulzura,
Aunque mucho no le peche!
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Bromas tuve con Mercedes
Y de ello, bien me arrepiento…
¡Sólo ha caído en las redes
Del divino mandamiento…
Es santa, según “veredes”!
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Si somos cuarenta y siete,
Cenando en paz y armonía…,
¿Quién a tanta gente mete
En aquesta poesía,
Y cómo salir del brete?
(Paquita, Marce, María
Y hasta Teresa, la mía…
No se donde las pondría)
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De que pueda rematar,
Aquesto no tiene traza…
Dejemos, pues, de yantar
Y vayamos a la Plaza,
Con su hermoso iluminar…
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¡Que toque el tamborilero,
El que con Chani se acuesta,
Y Abel, que toque postrero,
Que bien para ello, se presta…
Bailen damas con salero,
Y principiemos la fiesta,
Antes de que llegue Enero!
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EMILIO CORONA
(en la noche del diecisiete
de Diciembre de 2009,
en entrando la madrugada)
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