Inicio / Cuenteros Locales / carolina52 / La leyenda de Nicolas
Cuentan que en la vieja Europa vivía un viejo sacerdote de un gran corazón. Se corría de voz en voz que sentía gran cariño por los niños más pequeños, y justamente en Diciembre repartía juguetes a los niños más humildes para que ellos disfrutaran de las navidades alegremente.
Pasó el tiempo, y se corrió el rumor de que su presencia se encontraba en los países bajos de Europa. Muchos lo buscaron para conocer a tan singular personaje. Buscaron por la capital de Holanda, pero no encontraron a nadie, fueron a la Haya y tampoco lo hallaron. Preguntaron Iglesia por Iglesia y pocos sacerdotes sabían de su presencia. Así que resignados dejaron de buscarlo y abandonaron esta empresa.
En una pequeña casa de piedra cerca de un riachuelo vivía nuestro amigo Nicolás. El no creía en la presencia de Dios en las catedrales ni en iglesias ostentosas así que lo veneraba en su humilde morada. Sin embargo a pesar de que muchos lo desconocían, provenía de un hogar de gran riqueza pero Nicolás era de un bello corazón. Repartía sus riquezas entre los más humildes, y por ello se logro el amor y agradecimiento de muchos.
Cada Diciembre construía un bello nacimiento con figuras de arcilla elaboradas por él mismo, y musgo encontrado por la montaña. Las Montañas del nacimiento las construía con bolsas viejas de harina que se las regalaba su amigo Hans que tenía un gran molino cerca de su casa. Solo los niños conocían su espectacular nacimiento y cada 24 de Diciembre iban a visitarlo.
Cada 6 de Diciembre Nicolás pasaba de casa en casa y les dejaba a los niños más humildes un regalo envuelto en papel periódico acompañado de ricos dulces para el deleite de los más pequeños.
Los regalos de nuestro amigo Nicolás eran caballitos de madera, carritos y barquitos de madera para los niños, y unas preciosas muñecas para las niñas. Estos juguetes eran construidos por el mismo Nicolás. Así que todos los años durante el mes de Diciembre, los pequeños esperaban con ansiedad sus presentes.
Sin embargo el tiempo fue pasando hasta nuestros días y la historia de Nicolás se encuentra presente todavía el día de hoy en las generaciones holandesas. Se dice que el viene cada 6 de Diciembre acompañado de sus ayudantes provenientes de España a visitar las casas de los niños para supervisar la conducta de los pequeños holandeses. Y aquel niño que haya hecho alguna fuerte travesura en llevado en los sacos de los ayudantes de Santa Klaus a la madre patria. Pero claro, generalmente estos no se llevan mas que un buen susto y reciben al final su anhelado regalo y un buen puñado de dulces porque la navidad no es otra cosa que una linda época de alegría y regocijo entre los seres queridos.
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Texto agregado el 18-12-2009, y leído por 266
visitantes. (19 votos)
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Lectores Opinan |
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03-01-2010 |
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Les leere tu relato a mis nietos, seguro que les encantará. Gracias en su nombre juanfran |
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03-01-2010 |
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que linda hsitoria, continúa a través del tiempo, en tradicion oral y escrita DIVINALUNA |
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01-01-2010 |
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Hermoso recuerdo de la leyenda de Papá Noel, (Así le decimos nosotros en Uruguay). Felicidades en este nuevo año junto a los tuyos. renovarse |
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31-12-2009 |
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JUJUJU QUE LINDO CUENTO TE DEJO MIS ETERNAS SUERNOVAS. el_mesiaz |
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31-12-2009 |
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Claro que si. Lindo texto.-Beso. rhcastro- |
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