Cuán Grande
La tarea de intentar ayudar al Ser Humano con problemas, es tal vez la más difícil de llevar a cabo.
Es que nuestro Componente Divino, da por sentado de que nadie hay más apto que nosotros para esos menesteres.
¿Acaso otro componente divino podría ayudarnos?, ¿en qué forma?, ¿qué podría aportar por sobre lo que nosotros tenemos?, ¿acaso no somos unidades iguales?.
Comencemos por el final: es cierto, somos unidades iguales, unidades de energía informada, materiales, inteligentes, dotadas de Vida, libre albedrío, pensamiento y razonamiento.
En suma, somos los Seres más complejos que habitan el Planeta, teniendo poder de decisión sobre nuestro destino, y el de las demás Especies contemporáneas.
El Poder personificado.
Ángeles en la Tierra.
Inconscientemente, rechazando la ayuda, estamos reconociendo ese hecho.
Porque los Ángeles no necesitan ayuda.
De lo que no nos damos cuenta, es que este tránsito circunstancial por el Planeta, nos compromete a todos, en distinta medida, con una realidad establecida de antemano.
Venimos a interactuar en un escenario virtual, pero muy convincente, que ha sido modificado en beneficio de algunas unidades que ya interactuaban en él, apoderándose de escenarios y bambalinas, e impidiendo cuidadosamente que los nuevos transeúntes utilicen esos espacios con fines de tránsito, hábitat o supervivencia.
Así es que la igualdad original, cesa al nacer.
Ingresamos totalmente indefensos y desposeí-dos.
Podemos nacer en un País rico, donde grandes patrimonios nos esperan, o en cualquiera de los numerosos Países pobres, donde compartiremos escasez y miseria denigrante.
Como la Realidad es aparente y engañosa, y es terreno hostil y malévolo, las cosas han empeorado con la consagración de ciertos términos desorientadores como: Capital, Competencia, Propiedad, Derechos, etc., que sirven de manto y justificación a acciones tales como: la Guerra, el Despojo, el Sometimiento, la Injusticia, la Agresión, etc.
Pero a cada palabra, podemos enfrentarla con una genérica.
Al Capital, le opondremos Calidad Humana, a Competencia: Compartir, a Propiedad: Patrimonio Humano, a Derechos Legales: Deberes Morales, etc.
Porque la Moral, es el conjunto de Atributos del Alma, que ha perdido la Unidad Original, y no está dispuesta a recuperar, hasta que es demasiado tarde...
Asumir el compromiso de la vorágine real, implica un rompimiento de las responsabilidades trascendentes, y un apartamiento consiguiente de la senda original.
Todos estamos fuera del camino, y nadie hoy, como en los tiempos de Cristo, podría arrojar la primera piedra.
Hoy como ayer, las mentes trascendentalmente privilegiadas, que tienen el Divino Presentimiento, deben callar, para evitar la burla, el escarnio, el ridículo y el odio.
La otra pregunta: ¿qué podría aportar por sobre lo que yo tengo, quien viniera en mi ayuda?.
Tantas cosas podríamos decir, pues quien hace esa pregunta, carece de Humildad.
Además, ofrecer una ayuda es una ofrenda de Amor.
No importa si el que tiene problemas es un poderoso que tiene propiedades y derechos consagrados de todo tipo.
Donde abundan esas cosas, muchas veces escasea la Virtud, y el conjunto de virtudes, determina la altura moral de la persona.
En estos tiempos de autosuficiencia y pseudo sabiduría, se impone por defecto, la salvación individual.
La Autodidáctica moderna, fruto de la desorientación y la irreverencia, ha traído como consecuencia, el surgimiento de falsos Idolos, Sabios ignorantes, y Pastores de Religiones inventadas con fines recaudatorios.
Cuando los emprendimientos dejan de ser lucrativos, los Líderes desaparecen con los caudales, y no precisamente para invertirlos en Obras de Caridad.
Mientras la falta de Espiritualidad, hace estragos en las huestes humanas, los individuos carentes de escrúpulos, convierten la Sociedad en coto de caza.
Como los Líderes sociales también carecen de escrúpulos, campea la corrupción en los altos niveles, y la Legislación apunta a la expoliación y el gravamen sobre los indefensos.
Las políticas de aplastamiento y estrujamiento, no tienen límites a la vista, pues siempre surgen nuevos métodos de imposición del diezmo, de las privilegiadas mentes especialmente preparadas para el despojo y la extracción.
El decadente Ser Humano, no toma conciencia de su degradación, y asume su inmersión en el medio científico y tecnológico, como un avance hacia el futuro, cuya incertidumbre lo vuelve tenebroso.
La orientación exclusivamente fiduciaria de los emprendimientos humanos, aísla las mentes de los Inversores, alejándolas de las poco rentables ideas relativas al mantenimiento o el mejoramiento del entorno natural planetario.
La supervivencia de la Especie sólo será posible, en base a un drástico y dramático cambio de las políticas corporativas empresariales, y directivas a nivel de los Gobiernos.
Los actuales anacoretas, líderes anquilosados en tradiciones destructivas, deben ceder su lugar a la Virtud.
Dinosaurios dentudos que devoraron nuestra carne, deben regurgitarla para preparar la argamasa que forme a los salvadores y justicieros del Nuevo Orden.
Como necesidad de la Especie contra intereses particulares y sectoriales, debe cumplirse.
El papel del personaje oportunista erigido en Líder con la complicidad de privilegiados testaferros, es la Comedia más repetida de la Historia humana, y aunque siempre termina en tragedia, el ansia de Poder y la Ambición, se imponen ante el temor a la lección de la Historia.
El uso racional, irracional o disuasivo de la fuerza, ha permitido el acceso al Poder de ineptos, inescrupulosos, corruptos, dictadores, tiranos y muchos que sin condiciones de mando naturales, fueron apadrinados por mafias que manejaban los hilos.
Las consecuencias de estos liderazgos forzados, están a la vista.
La Especie no ha contado con los Líderes más idóneos al mando de las Civilizaciones que se sucedieron a lo largo de la Historia.
Lo mismo ha sucedido con los Imperios, las Dinastías... y las Monarquías.
El Animal Humano, dejando de lado su raciocinio, se ha quedado con la Fiera.
Gobernando con el Instinto, se ha dedicado a la imposición por la fuerza, la conquista de territorios, y el sometimiento y la esclavitud de los menos aptos.
A principios del tercer Milenio, la amenaza, la disuasión y la prepotencia respaldada por las armas, continúan siendo las monedas más corrientes en la escena internacional.
Las políticas planetarias, se dictan en los países mejor armados, independientemente de la capacidad de sus Líderes y de las consecuencias de su aplicación.
Los fabricantes de armas, los hombres que las portan y los ejecutivos de las grandes Corporaciones Internacionales, utilizan a los gobernantes de turno de los países poderosos, para lograr vender sus productos en conflictos inventados, o directamente con fines de robo o rapiña artera.
La obtención de superávit a costa del empobrecimiento cada vez mayor de los miserables y los sumergidos, es una manifestación aberrante de la naturaleza humana.
El Ser Humano, guiado por ejemplares defectuosos, no se perfecciona.
Antes, aumenta su defecto, eliminando a aquellos que eligen el camino de la perfección.
El Mundo, en manos de bandoleros y matones, gastando energía y recursos en guerras inútiles, marcha hacia una debacle inevitable.
La única Especie racional del Planeta, se extinguirá por la irracionalidad de sus dirigentes.
Sin alternativas a la vista, y la esperanza a punto de desaparecer, el panorama se torna siniestro.
El Hombre, autoconsiderado único superinteligente y Líder de las Especies del Planeta; el representante superior del Reino Animal, privilegiado que recibió atributos casi Divinos, simplemente por no comprender su condición y su misión planetaria, durará menos que la cucaracha sobre la superficie de la Tierra.
Arrasando, devastando, destruyendo y modificando los escenarios naturales; sentando sus reales sobre vastos territorios, va dejando sin sustento a la Especie, por falta de hábitats.
Al edificio humano, construido sobre un cimiento primario, se le han ido agregando pisos y haciéndole ampliaciones.
El precario cimiento, diseñado para unos pocos especímenes, hoy debe soportar el peso de miles de millones de individuos.
Para evitar el derrumbe, habría que construir otro edificio sobre bases muy diferentes, donde instalar a las Sociedades actuales.
Como el orden establecido y el estilo de vida no pueden ser tocados, y constituyen en sí el citado cimiento, millones perecerán ante la indiferencia y la inoperancia de los comandantes de la Nave Humana.
La Virtud, desaparecida hace mucho tiempo de las Altas Esferas planetarias como conjunto de atributos primordiales que incluyen Solidaridad, Misericordia, Caridad, Compasión y otros imprescindibles para la salvación colectiva, ya ni se recuerda.
Moral y Ética no son aplicables en las Sociedades salvajes de las Civilizaciones contemporáneas.
Los Especímenes son catalogados por sus prestaciones, docilidad, falta de escrúpulos, ambición, obediencia y predisposición a acatar las Leyes y Reglas sociales.
Los oportunistas que se acercan a los Líderes, como incondicionales servidores honorarios, están llamados a sucederlos.
Son Ofidios mimetizados, que cuando muere el Líder, aparecen en escena para atacar y defenestrar a competidores, adversarios y rivales.
En esas manos se debate el Género Humano.
Por eso el Futuro carece de certeza y proyección, y hasta el horizonte cercano está sumergido en la bruma.
Entre los Seres reina el nerviosismo y el desasosiego; cunde la desconfianza y los individuos no descansan ni concilian el sueño adecuadamente.
Así, buscando escapar de la acuciante Realidad, se refugian en el vicio y las conductas prohibidas.
Las grandes masas al borde del abismo, son empujadas con topadoras al vacío, y perecen por hambre, enfermedad y falta de recursos.
Estas eliminaciones masivas de Seres Humanos, al no tener responsables a la vista, quedan impunes.
Los que crecen con la masacre y la muerte, guardan un bajo perfil, para no ser descubiertos, mientras sus fortunas alcanzan niveles nunca antes conocidos.
La paradoja de las Civilizaciones Humanas, es que hay un avance y un progreso tecnológico avasallantes, que apunta a la eliminación de puestos de trabajo y posibilidades para las mayorías planetarias, de acceso a una existencia digna.
La planificación, artera, apuesta a aumentar y multiplicar las grandes fortunas, arrasando a la vez a los pobres, los menos aptos y los infelices de la Tierra.
Porque no son necesarios.
Y son una carga.
No producen y consumen.
Y traban los intentos del capital, de apoderarse de los territorios, hábitats y riquezas naturales sobre las que están asentados.
Las perspectivas para los miserables, son realmente funestas.
Nadie repara en el drama de los que menos tienen, y si alguna inversión se orienta en ese sentido, es para eliminar toda fuente de sustento, como comprar fábricas o industrias para cerrarlas, empujando a sus obreros y empleados a un abandono forzado de sus comarcas, que luego compran a precios de páramos.
En ese lugar, los Inversores extraerán minerales o instalarán una Factoría, construyendo un pueblo que será habitado por quienes acepten ser sus esclavos.
Una gran Inteligencia, totalmente carente de Virtud.
La Idea y el Invento, que debieron aplicarse al aumento del bienestar y el confort de los Seres Humanos en sentido genérico, aplicados a la destrucción de la familia y el avasallamiento de la dignidad de los inocentes individuos que deben vender su mano de obra o su fuerza bruta, para mantenerse con vida.
La Naturaleza tiene ejemplos del crecimiento desmedido de las cosas en el Universo.
Las Estrellas que aspiran demasiada materia del espacio circundante, se transforman en gigantes.
Si siguen tragando materia, llegan a un límite en que el peso excesivo, las aplasta, y se produce una explosión Supernova, en la cual pierden todo lo que atraparon, más una parte de lo que tenían al principio.
Los grandes árboles, crecen aspirando la mayor cantidad de nutrientes que contiene el suelo.
Ahogando y desnutriendo a los vegetales del entorno, extienden sus raíces quitándole el sustento a los pequeños y menos importantes elementos que pueden alcanzar.
Pero no crecen hasta los cielos, porque su gran porte, será derribado en alguna gran tormenta.
El frágil Ser Humano aún no ha tomado conciencia de que vive en un hábitat insólito, un teatro donde el equilibrio de los elementos es sumamente inestable.
Y juega con fuego modificando, alterando, arrasando, desertificando y agrediendo el entorno natural que amable y gratuitamente lo incluye, y que jamás volverá a su estado original.
Está quemando su hogar, eliminando de a poco el techo y las paredes, por lo que le espera la intemperie y los elementos.
Al final, por eliminar a quienes podrían controlarlas, las fieras y las alimañas, terminarán con los privilegiados representantes de la Especie que reinó durante un pequeño lapso planetario, y pereció por no saber planificar su futuro, y no saber o no querer comprender lo que se presentaba como obvio ante sus ojos.
El desempeño de los líderes actuales, es la antítesis de la de los Profetas.
Aquellos brindaban enseñanzas y consejos, para que las nuevas generaciones de su tiempo, pudieran afrontar el futuro mejor pertrechadas.
Hoy los Líderes y Caudillos, ponen barreras y trabas a la juventud, porque son posibles competidores.
Carecen de dignidad para retirarse como ancianos venerables a los 60 o 65 años, accediendo a bancas legislativas, bastante después de los 70.
La intención es, pasar de las cámaras y los cargos al cementerio, mientras las dietas y los privilegios van a la cuenta del pueblo.
La mejor y más certera garantía de que éstas injusticias acabarán, es la efímera existencia del Ser Humano.
Las cosas están hechas de tal forma, que nadie puede sentar sus reales sobre posesiones ni territorios por siempre: tarde o temprano deberán ceder
sus derechos a quienes vienen tras sus huellas.
De ahí el sufrimiento y la angustia de los que deben dejar mucho; y lo peor: la incertidumbre de no saber lo que les espera.
Por más que planifiquen, analicen y modifiquen Leyes y Constituciones con intenciones de perpetuarse en cargos y liderazgos, el tiempo y la decadencia le garantizan a los infelices, que no lograrán sus objetivos.
Y aunque dejen una Semilla que es maldita, son otras personas, con la vida resuelta y objetivos diferentes.
Los afanes y las motivaciones de las nuevas unidades, jamás coincidirán con los de las anteriores, y el libre albedrío de la descendencia, a veces, conduce a un análisis crítico de las gestiones, que obliga a sumir conductas diferentes, que conducen a metas muy alejadas de las de los progenitores.
El Tiempo inexorable transcurre, y las personas desaparecen.
Con ellas se van sus acciones, logros, intentos y esperanzas.
Con el correr de los siglos, la plaga es eliminada naturalmente y surge un nuevo orden.
Como la memoria genérica es defectuosa, los pueblos descansan y se distraen, mientras algunas mentes enfermas recomienzan el ciclo de la ambición de Poder y del sometimiento de los menos aptos.
Se vuelve a las maquinaciones, la planificación para el despojo, y el uso de la fuerza para la esquilmación de los débiles.
La Historia humana ha demostrado ser cíclica, y el lamento y la tribulación de los indefensos y los inocentes, son una consecuencia de la formación de Reinos e Imperios y Países.
El Poder del Emperador, proviene de los derechos conculcados a súbditos y esclavos.
Cada individuo que entrega su trabajo y su destreza a cambio de casa y comida, aumenta el Poder de su Rey; todos, sumados, cimientan su Majestad.
Esa Majestad es tanto mayor, cuanto más sudor y lágrimas la rieguen.
Aunque los triunfadores han escrito la Historia, levantando monumentos y tumbas que hablan de su grandeza, su imagen ha quedado manchada por la sangre de los que perecieron en esas construcciones, y el camino que recorrieron está cubierto con las osamentas de sus derrotados.
Si a esa grandeza le restamos el sufrimiento y el dolor de esas víctimas, solo quedan unos pobres tipos con menos valor que cualquiera de ellas.
El valor de la persona humana, está dado por el peso de la materia que la constituye.
Todo aquel que ostente un cierto Poder, ha demostrado un cierto grado de habilidad en el manejo de su talento para su presentación en el escenario real, en la creación de imágenes aparentes convencedoras, asumiendo un desempeño agradable a la mayoría, en base a la hipnosis y el engaño.
Aunque todos los Seres son primordialmente iguales, algunos con su desempeño vital, demuestran ser más iguales que otros: los Líderes.
De muchas palomas y algunos halcones, están hechas las multitudes.
Las palomas pueden comer muchas cosas..., pero los halcones solo comen paloma.
Dios, con Divino Criterio, planteó así las cosas, dando muestras de una Sabiduría que estamos muy lejos de comprender.
Porque en la adversidad es donde las personas deben sobrevivir basándose en sus Virtudes o volcarse hacia el Defecto.
Los que ostentan el Poder, pueden ser justos, o manifestar ambiciones descontroladas y ansias de mayor Poder que los convierten en Seres Despreciables.
La Historia está poblada de personajes que reinaron sobre muchos pueblos, y terminaron siendo despreciados y olvidados por sus súbditos.
Pero el Tiempo es como el polvo, con el transcurso de las centurias, va cubriendo las heridas de-jadas por vándalos y asesinos, hasta que ni el re-cuerdo queda de los desvirtuados bandoleros ni de su simiente.
La maravillosa oportunidad de concretar la experiencia vital, es un premio increíble para todo Ser Vivo.
Asumirla con dignidad y responsabilidad, implica el compromiso de ocupar el lugar que nos es-pera, respetando a todos los otros Seres que ya estaban transitando este estado, encarando un crecimiento que no los afecte ni los perjudique.
La Inteligencia del Hombre Moderno, apenas le alcanza para intentar concretar sus anhelos y ambiciones, pero es insuficiente para la planificación del futuro de su Especie, o para vislumbrar la Fuente y el motivo de su existencia.
En estas condiciones no es posible esperar un mejoramiento del estado de las cosas en las Sociedades actuales, ni en las que vendrán.
El Miserable espera ansioso el final.
El Poderoso desea que no llegue.
Ambos llegaron sin nada, y se marcharán sin nada.
Mi perspicacia primordial me hace sospechar que el camino vital marca una diferencia que no podemos apreciar, pero que se manifiesta al dejar de existir.
No sea que los que quedan se aviven, y aquellos que vienen para ser probados, engañen al Controlador asumiendo conductas santas, que nada tienen que ver con su Esencia.
El Premio y el Castigo, deben ser ignorados por los alegres mortales que viven a piacere, sin controles ni límites a la vista.
En esa pasmosa libertad de actuar fuera del alcance de ojos avizores y de justicieros potenciales, aflora el flux del Alma, que se manifiesta en actos, conductas e intenciones.
Éstos hablarán del Individuo, sin que él siquiera lo sospeche, y grabados en la Memoria Universal, serán testimonio inequívoco de la Esencia.
- Tú hiciste esto y esto, lo que tuvo estas consecuencias y tú lo sabías.
Aléjate de mis hijos y de mis cosas, porque Yo quiero Seres Virtuosos en su cuidado y atención.
Tu Esencia demuestra que eres despreciable, y tarde o temprano me traicionarás.
Por eso te he dado la Vida: para probarte.
Siendo Fuente y sustento de esa existencia, conozco íntimamente tus Pensamientos, acciones, conductas, intenciones y motivaciones.
No tengo un lugar para ti en mi Reino, y, aunque saliste de aquí, ya no podrás regresar para integrar mis huestes.
El que me ignora y se burla de Mi, en un período vital, podría hacer mucho daño en mis dominios en toda una Eternidad.
Seguirás tu camino en otras dimensiones, compitiendo por lugares con otros Seres semejantes a ti.
Estarás bajo la autoridad de unos que fueron expulsados antes, y tus pobres logros serán fruto de competencias feroces con Seres peores que tú, y lo que puedas arrebatarle a otros más infelices.
Tuviste en tus manos la entrada a este lugar, y aunque te salvé la vida varias veces y te ayudé en otras, sabiendo que Yo era el único que podía, asignaste el Milagro a la suerte y a quienes llegando a final de sus recursos, siempre dejan en mis manos el destino último de las personas.
Cuando todos se retiran, desahuciando a la Unidad, el Dueño del recinto marca su suerte.
Cuan grande es; ante tanta irreverencia y desconsideración, aún sigue ayudando y curando a quienes lo desconocen y no aceptan su avasallante Presencia.
Ese es mi Dios.
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