por qué, si la noche me refugia,
mi alma aún no está en calma?
por qué, si mis ojos se cierran,
no puede descansar?
por qué tu mano fría
me acaricia
sin tocar?
sentado en esta vereda me pregunto
qué es lo que hice mal.
otra vez.
y otra más.
recostado bajo la brisa,
junto a este ritmo marcial y esas lágrimas armoniosas,
dudo nuevamente que sea yo,
que seas tú o que sea cualquiera
a quien deba culpar.
porque si el estallido de la orquesta no basta,
si mis lágrimas ni mis sonrisas son ya suficientes,
si las letras y los bosquejos
ya no
brillan más.
buscaré otra alma,
otra mañana y otra noche,
otra ventana y otro roble,
otro sentido,
alguna otra calle que me lleve a alguna parte,
algún suspiro,
o cualquier cosa con tal que la brisa no se ría
de mí
nunca más.
o quizás
solo volveré a tu casa,
a tu noche eterna,
a tu intranquilidad,
otra vez,
y otra más.
nB
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