El sol
se despereza
de sus sueños
prolongado.
Amanece
en sus bostezos
saluda
la luz del alba.
Los primeros
rayos tibios
que se cuelan
entre las ramas
y de aquel
joven ciruelo
se desprende
el rocío
que lloró
toda la noche.
Texto agregado el 17-12-2009, y leído por 200
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