Se cayeron las bolas,
no hubo malabar posible.
ni la bola espejada mirada,
ni la sonora de canto,
ni húmeda de cuerpo.
Indignada,se agacha la existencia,
hacia ellas.
Las recoje.
Intenta, inventa.
Nuevas posibilidades.
Caen nuevamente.
Esta vez al agacharse,
perseverante con la prueba,
se anima a interceptar,
el espacio que rodea.
Hay muchas bolas en juego,
en el aire se pasean,
humedecen suenan y reflejan,
sin siquiera contact-arse.
Mas que artimaña, o truco,
una acrobacia impensable,
será lo que se realice,
para vibrar indescifrable.
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