Que comience la porquería,
la declaro oficialmente inaugurada.
Dejemos la contradicción,
apartemos el silogismo encriptado,
el afán humanista.
Caminare con tres chauchas en el bolsillo,
estaré sentado en la meza observando el torniquete,
acompañado del vino amigo,
riendo entre la porquería,
disfrutando sus manjares,
los fines y comienzos de mundos…
nuestras apocalípticas verdades nocturnas.
Seré casto-promiscuo,
derecho como la elipse,
un humilde dictador…
y voy a comprarme un auto para venderlo.
Imitare la sanidad,
la que imitas tu,
… los buenos actores pobres como las ratas.
Si,
caminaremos y debatiremos,
nos amaremos en una playa gastada,
junto a una familia de veraneantes regordetes.
Y por ultimo se nos acabara el guión,
seremos expulsados de los jardines de la inercia,
y la porquería continuara en su movimiento.
… sin nosotros.
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