“Las espinas de la rosa”
-La rosa y la declaración de amor en la noche-
VIII

-La voz de mi hermano Arturo sonó cuando tome el teléfono de manos de Jimena, era una voz apacible y tierna que provenía de el.
-¿Hola?, ¿Bueno?, ¿estas ahí Natalia?......
-Si, hola hermano, perdona por hacerte esperar, ¿Cómo has estado?- le pregunte
-Pues yo he estado muy bien; en si la que me preocupo fuiste tu Natalia, ya que le dijiste a Juan que hablarías temprano y no lo hiciste, así que te llame y me estaban diciendo que no te habían visto desde el desayuno y después me dijeron que ya habías llegado. Pero dime. ¿Qué es lo que paso para que le dijeras a Juan que querías hablar conmigo?, ¿te paso algo?
-¿Eh?, bueno, no es que me haya pasado nada, es que……
-¿Qué?, enserio dime si te paso algo, sabes que puedes confiar en mi, ¿verdad que lo sabes?-. Me respondió.
-Si…. bueno es que no se por donde empezar…… pero antes de que te lo cuente debes saber que todo esto es una hipótesis, así que no imagines cosas extrañas.
-Si, si, lo prometo, veamos que vas a decirme.
-Digamos que…..hipotéticamente hay un chico y tu descubres a ese chico en…… bueno algo comprometedor con otro chico, tu te quedas atónito por lo que paso y después ese chico te roba un beso….
-Espera, ¿de que chico que me robo el beso estamos hablando?, ¿del que encontré o del que estaba siendo besado?
-Pues…… esto…. Mmmm, será del que encontraste; pero déjame terminar, además no puedo hablar muy fuerte, aquí hay algunas alumnas de otros grupos. Como te decía, este chico te beso y después son encontrados por un amigo de ese chico y prácticamente el te medio amenaza para que te alejes de su amigo. Y cuando crees que ya no te puede pasar nada mas en la hora de la cena llega ese chico con otra persona y prácticamente te propone ser su pareja y te roba un beso enfrente del chico que te robo el primer beso. Ese chico se enoja y le dice a esa persona enfrente de otras que tu y el están saliendo y son parejas, por ende el otro chico quiere una prueba y ese chico se dirige y te roba otro beso y lo peor es que tu tapas su mentira diciéndole a esa persona que si, que en verdad están saliendo. Esta persona se marcha solo por ese día y al día siguiente se te presenta algo descarado el ex de ese chico y prácticamente te vuelve a amenazar con su amigo que los encontró en los baños, y te dice que va a pelear por tu amor y bueno para no hacerlo mas largo, resulta ser que ese chico se te declaro y te dijo que quería estar a tu lado y la manera de que el lo sabría seria dejarlo dormir contigo esa noche y aunque no paso nada tu sabes que el simple hecho de que el este ahí te incomoda. Dime, ¿Qué harías?, recuerda que es solo algo hipotético.
Aunque en verdad le había dado los detalles de cómo conocí a Mónica y era evidente que Arturo no se chupaba el dedo al escuchar todo eso, pero el de los otros dos hermanos que tenia era el único que no me juzgaba por mis acciones, mas sin en cambio el trataba de darme consejos y un buen jalón de orejas cuando era necesario.
-¡Ya veo!-se quedo pensado un tiempo hasta decir- lo que creo que debería de hacer es aclarar mis sentimientos respecto a esa persona, evaluar los pros y los contras de esa persona, además de que también tendría que saber cuales son los sentimientos del otro chico que se me declaro y decidir; claro que tendría que hablar con los dos y no jugar con ninguno hasta cerciorarme de quien es la persona indicada para mi y lo que yo quiero, además tener en cuenta de que no me debe de afectar lo que digan su amigo como su ex novio, ya que así estaré cayendo en lo que ellos quieren y si en verdad quiero a esa persona yo tratare de que los comentarios acerca de esto no dañen mi relación con esa persona…….aunque es muy rápido que me enamore profundamente de una persona en una semana después de que me fui de casa, además de que yo ya estoy comprometido con Lorena, pero que bueno que es algo hipotético, ¿no lo crees, Natalia?.
-¿Eh?, si, algo realmente hipotético, je, je, je.
-Pero pasando a otras cosas, dime, ¿Cómo te ha ido en la escuela?
Y así, le platique todo lo referente a como conocí a mi compañera de habitación Lei y de mis otras compañeras, omitiendo los detalles de cómo conocí a Alejandra y no mencione para nada el nombre de Mónica, Judith o Irais en el relato, claro que si mencione a Vanesa ya que ella es el hilo principal que unió el día pasado el destino de Mónica y mío-si se le puede decir destino a una especie de mentira por omisión de la que fui o fuimos victimas- le platique a Arturo acerca de mis clases y de que actividad extracurricular trataría de elegir, y cosas como las dimensiones de la escuela de los profesores y del amable vigilante que me había tratado tan bien desde que llegue, así la platica se torno mas larga de lo que espere, hasta que Arturo me dijo.
-Bueno princesa es hora de que me vaya, tengo que ir por Lorena ya que le propuse salir a cenar con sus padres esta noche, así que voy un poco atrasado, pero fue bueno escucharte, aquí todos te extrañamos , así que no te esfuerces demasiado para que mi padre no se preocupe, ¡ah!, demás mi padre te ha depositado algo de dinero por si lo quieres usar, tengo entendido que puedes salir fuera de la escuela el fin de semana ,¿verdad?, deberías salir y no tratar de aburrirte, debe ser tediosos casi no tener nada que hacer. Le diré a mi padre que te hable y que estás bien, y acerca de la hipótesis….te recomiendo que escuches lo que dice tu corazón, y nada más, así que me voy.
-Gracias Arturo, me hizo muy bien escuchar tu voz, y acerca del consejo, aunque es hipotético creo que tienes razón, así que tratare de hablarles el próximo fin de semana, ¿de acuerdo?, me saludas a todos y les dices que los quiero.
-Si, así lo hare Natalia, solo cuídate, adiós.
-Adiós, hermano.
El sonido del teléfono al ser colgado se escucho en la bocina, colgué de igual manera y me quede de pie ahí un poco. La platica con mi hermano me había aclarado algo la mente pero no del todo ya que no podía contar abiertamente toda la situación y por supuesto mi hermano no iba a adivinar nada de lo que me estaba sucediendo de verdad.de repente lo recordé, Mónica se había ido sin que yo me despidiera de ella, mire el reloj que estaba arriba del umbral de la puerta; las 6:20 se marcaban, hasta que Jimena se acerco a mi.
-La platica duro bastante, de seguro tenias que decirle demasiado a tu hermano.
-Si, no me di cuenta del tiempo, pero creo que es hora de que me vaya a mi habitación a hacer los pocos deberes que me faltan por resolver.
-Si, ve, pero esta vez estarás con nosotras a la hora de la cena, ya que queremos conocer a tu amiga.- me dijo.
-Ella llegar dentro de poco, así me lo prometió, te prometo que la bajare apenas llegue, así que nos vemos.
Y rápidamente al cortar la conversación subí por las escaleras, era cierto que aun me faltaban ciertos deberes que no había hecho de algebra y un pequeño resumen de la cultura egipcia para mi clase de historia universal, pero la razón no era esa para dejar con la palabra en la boca a Jimena, la razón era que quería verla pero no sabia con que cara presentármele cuando la deje al entrar para responder el teléfono. Cuando ya estaba en el tercer piso y me disponía a subir los peldaños de las escaleras que me llevarían al último nivel me acobarde y decidí despejar mi mente de los pensamientos concernientes a Mónica realizando mis tareas, así encontraría una manera de disculparme y de agradecerle la rosa de la mañana.
Cuando abrí la puerta mi asombro fue muy grande al verla ahí sentada en mi escritorio leyendo en sus manos uno de los libros de la poetiza Consuelo Arriaga, la madre de Brenda, tenia unos lentes puestos que la hacían verse intelectual. Cuando entre a mi habitación y cerré la puerta, Mónica cerro a su vez el libro que tenia como marcador la nota que me había escrito en la mañana, y coloco el libro en el escritorio junto a la rosa. Se levanto y hablo.
-Como te tardabas mucho, decidí tomar el libro, pero como no puedo leer sin mis lentes tuve que ir a mi habitación por ellas, espero no te moleste el que este aquí.
-No, la verdad no me molesta lo que si me pasa es que estoy asombrada, ¿como es posible que tu entraras?- le pregunte.
-¡Vamos!, no me digas que olvidaste que no cerraste la puerta la puerta de tu habitación.- me contesto.
-Perdona, la verdad no se como lo olvide-y en si mientras decía estas palabras trataba de recordar si en verdad había dejado la puerta cerrada con llave o no lo hice- pero que bueno que te veo, la verdad quería agradecerte la rosa de la mañana y claro que el que estuvieras conmigo hoy y no me aburriera.
-No hay problema, la verdad creo que fue bueno el no ir a casa este fin de semana, así que no te preocupes, y ¿que vas a hacer ahora?-comento, volviéndose a coger el libro de poemas.
-Ahora….terminare los pocos deberes que me faltan, pero puedes quedarte si quieres, todavía falta un poco de tiempo para que llegue compañera de habitación.-le dije mientras me acercaba al escritorio y cogía mi maletín negro de donde saque mis bolígrafos y mis cuadernos.
-¿Compañera de cuarto?, te refieres a la prima de Vanesa, me parece que su nombre es Leilani, ¿cierto?, si es así creo tienes razón en que debería irme no vaya a ser que ella me encuentre aquí y se lo diga a su prima y esta se lo diga a Judith.
-Pero, yo no te estoy corriendo- sin embargo las palabras salomónicas de ella no tenían ni una pizca de falsedad ya que eso era lo que podía pasar, además era lo que estaba pensando en esos momentos cuando mencione a Lei-puedes estar aquí un poco, ellas llegaran alrededor de las ocho de la noche, asique no te tienes por que ir.
-Enserio, ¿no te estas metiendo en problemas por que yo este aquí?
Indiscutiblemente ella trataba de usar mis propias palabras que yo le decía y lo que ella trataba de provocar era el efecto de que yo le insistiese en quedarse, sin embargo note esta jugarreta y trate de adelantarme un poco a ella diciendo.
-Pues si quieres puedes irte, la verdad es mejor que no tengas problemas tú también.
Ella guardo silencio y yo seguí en lo mío mientras yo realizaba mis deberes, primero realice mi resumen de historia y ella seguía leyendo el libro de poemas a mi lado, ya que en ningún momento se quito de mi silla y tuve que usar la de Lei. Pero parecía que el silencio la estresaba ya que se levantaba y caminaba en de ida y venida, de los escritorios hacia la puerta, esto lo veía por la ventana que estaba cerrada y el reflejo de ella se colocaba en los cristales. Llegando a la conclusión de que ella a mi me desesperaba con su actuar y ya no quería ver como caminaba; abrí la ventana y le hice un nudo a las cortinas par que el aire entrara y se llevara cierta tensión que Mónica tenia, lo cual fue lo mas tonto que no pude hacer ya que por lo menos las ventanas me daban una posición de donde ella se encontraba y al estar yo de espalda me era de gran ayuda, pero al hacer lo que hice no quedaba un rastro casi visual de su figura y solo podía guiarme por los pasos de Mónica en la alfombra.
Me disponía a realizar mi tarea de algebra cuando sentí su cuerpo detrás del mío, su cara estaba al lado derecho de la mía que estaba agachada mirando el cuaderno al tratar de resolver los ejercicios de tarea-que se suponía me había quedado ese fin de semana para hacerlos- y que ahora estaban escritos en la libreta. Mi corazón latió rápidamente y la piel se me erizo cuando sentí el rozar de su piel contra la mía. Trate de calmarme y le pregunte:
-¿Qué haces?
-Mmmm, te había dicho que mi tarea, es de algebra y me cuesta un poco de trabajo. Tengo que esforzarme para los exámenes que se aproximan, la verdad no quiero reprobar….
-¿Te parece si te ayudo?- me pregunto Mónica apartándose de mi y sentándose a mi lado; dejando en el escritorio el libro y apartando un poco la rosa hacia el para que ella acomodara su brazo.
Yo asentí con la cabeza y las clases particulares de Mónica acerca de mi tarea de algebra se iban clarificando y sus palabras cuando me decían que me equivocaba en ese o tal paso era muy buena en explicar ya que lo hacia de una manera mas fácil que yo lograra comprender lo que me decía el ejercicio.
De los 15 problemas que tenia como tarea, solo me faltaba uno por responder y quise girarme para decirle que yo trataría de realizar el ultimo ella tomo mi cara con su mano y la dirigió para besarme, pero este beso era distinto a los otros ya que su lengua invadía a la mía haciéndola jugar con ella también, parecía que me gustaba ya que no trate de detenerla en lo absoluto y rápidamente sentí como mi respiración se agitaba y mi pulso se aceleraba mientras la veía. Mis parpados se empezaron a cerrar y me deje llevar por Mónica y sus besos, hasta que el sonido de la puerta nos interrumpió además de que sentí que la excitación desapareció de mi cuando la voz de detrás de la puerta particular se dirigió a mí para decirme:
-¡Natalia, soy yo, Lei, abre!
El que me dijera que abriera me daba la rápida impresión que Mónica había echado el pasador de la puerta mientras deambulaba por el cuarto, sin embargo yo no había escuchado que alguien tratara de abrir el pomo de la puerta, así que esa pequeña indiscreción de Mónica se convirtió en nuestra salvación. Conteste rápido diciendo que ya iba y tome a Mónica que se levanto de mi silla y la lleve al baño diciéndole.
-Tu espera aquí, tratare de llevarme a Lei abajo, después tu trata de salir ¿de acuerdo?
-Si, así lo hare, pero, no te vas a despedir de mi.
-¿Eh?-decía con sorpresa mientras pensaba que ese no era el momento para decir esas cosas, así que le dije- si, adiós….
-¿Cómo que adiós?.......
Y agarrándome antes de que cerrara la puerta del baño ella me forzó a darle un beso y cuando termino, me dijo sínicamente, “adiós”. Estaba enojada por esa acción, pero regrese a esta dimensión cuando la puerta fue de nuevo tocada. Camine hacia ella y quite el seguro, abriéndola para recibir a Lei que tenia unas bolsas de plástico en las manos además de su cartera escolar. Me acomedí a ayudarla; las bolsas estaban realmente pesadas y las coloque en su cama para después cuestionarle:
-¿Qué es lo que traes aquí?-
-Mmmm, pues algunas cosas para decorar la habitación y algo que te va a gustar, pero no te lo daré hasta que terminemos de cenar…….pero, ¿por qué la puerta estaba cerrada?
-¡¿Eh?! veras…yo…y-yo… la verdad es que quería hacer mi tarea en paz y como no podía conseguir calmarme pues la cerré, je, je, je.- respondí mientras me rascaba la cabeza y sonreía algo falsamente a la pregunta de Lei.
-Bueno, pues que bueno hayas terminado tus cosas, así que antes de cenar, voy al baño.
-No, no hay necesidad, además puedes ir a los baños que están en la cafetería, ya que prometí presentarte a otras persona, así que vamos, anda.
-Estas algo rara Nat, que fue lo que te paso estos días, ¿te enfermaste? o algo así.
-No, pero, vega ya vámonos a la cafetería, y no estoy sospechosa o tratando de actuar raro, así que vámonos.
Y jalando casi a rastras a Lei la saque de la habitación donde al final del pasillo nos esperaba Vanesa que me sonrió más raramente de lo que yo había actuado en la habitación hacia algunos segundos, y evidentemente toda la culpa y lo que yo había pensado cayó sobre ella cuando me pregunto.
-Buenas noches Natalia, ¿te la pasaste bien el sábado?
Ahí mis ojos se abrieron y descubrieron la verdad total que yo ya vaticinaba desde un principio y era que Vanesa había planeado todo, pero lo que mas me intrigo fue que alguien muy cercano le ayudara a tramar todo esto.