A penas asoma la tarde y las calles estaban vestidas de color azul, los seguidores de la máquina avanzaban confiados con la mirada figa en en el coliseo de los sueños, en su escondrijo, en su plaza fuerte. No importaba el gran futbol del Chupete, ni el recuerdo del Poncho de Nigris en en el Tano. Hoy las cosas deberían de ser diferentes,las ilusiones estaban con Villa y sus goles, torrado y su voz de mando y esa entrega de Gladiador de coliseo que caracteriza tanto a su capitan, aunque hay que mencionarlo, el fantasma de subcampeon rondaba por los alrededores sin que nadie se atreviera a aceptarlo
Las almas de sangre azul estaban puestas en los fantasmas de hace trece años y la poder de rey Midas del ojitos, los tambores sonaban sin descanso, mientras que los corazones aumentaban las pulsaciones a casi el doble. Era la hora de ajustar viejas cuentas con la maldita mala fortuna que tantas veces los habia asfixiado con la derrota, era momento de encender la máquina y buscar nuevos horizontes, era el lugar, el dia y el minuto exacto hecho para el milagro que hace tanto no se daba, no podemos ser subcampeones se escuchaba en coro por las calles, antes muertos que subcampeones.
La tarde se fue extinguiendo entre el clamor azul y la esperanza regiomontana, jugaron como si en ello dependiera su vida, entregaron hasta la ultima gota de sangre y de sudor que debían entregar, pero la magia del Chupete sumada al recuerdo de Poncho, hicieron que Aldo de Nigris aplastara la esperanza azul y la resumiera a cenizas, nadie lo podia creer la tercera en tampoco tiempo para la Máquina Celeste y la segunda consecutiva para Meza, el estadio se fue destiñendo poco poco de azul y fue tomando un color grisaseo y febril, el fantasma del subcampeon habia llegado y lastimaba mas que nunca a los eguidores de la máquina. Mientras tanto Monterrey reia, soñaba, y extendía su esplendor al máximo, era la tercera también para los regios pero en toda su existencia, rie Monterrey, ¡rie! canta monterrey, ¡canta! que la voz de vapor de la Máquina (su gente, su publico) ha quedado apagada quien sabe hasta cuando.
felicidades Monterrey |