Me equivoqué! En definitiva, en mi vida, esa frase resume todo.

Me vengo equivocando desde hace tanto tiempo que se ha hecho rutina, y por costumbre, lo supongo normal. Cometí el error de no pensar en mí, de creer que el amor volvería en algún momento a retomar su camino a pesar de las dificultades, erré al pensar que el tiempo lo cura todo, y que si el destino tenía la razón, el final estaría lleno de sonrisas.

Me equivoqué pensando que los demás eran más importantes, que tendría oportunidades de sobra, y que las heridas del corazón no dejan cicatrices. Fue un error pensar que volvería a amar, con la certeza de que el olvido y el desamor llegarían a mi cauce tarde o temprano mientras me dejaba llevar por las aguas de la vida.

Y estaba equivocada al pensar que al igual que yo, la luz que inundaba mi alma también permanecería como llama imborrable en tu corazón, que el sentimiento que guardé un día para “después” también tendría ante tus ojos un mañana.

Ahora, entre desilusión y nostalgia, veo caer como hojas secas los recuerdos del pasado, con la certeza de que era sólo mi alma la que se entregaba por completo, con la seguridad de que para ti sólo fui una excusa, un momento, un puente tal vez. Que error el mío al pensar que ésta historia era nuestra… pues, era sólo mía.

Mi mayor equivocación… fue creer que me amabas como yo a ti.

(Sólo pensando en voz alta... es hora del Adiós que dejé en pausa hace 4 años)