T272
LA LEYENDA NACERÁ
Negros tus ojos
han de ser.
Tu mirada
profunda y transparente.
Mirarás desde el alma
como mira el halcón.
Y tu risa,
cuando se escape,
será un ruidoso volcán
que su eco se escuchará
en los cuatro puntos cardinales.
Tu cuerpo pequeño
quizás quepa en la mano.
Pero tu corazón,
harán falta más
de un montón de abrazos
para contenerlo.
Tu voz será de seda,
hablarás bajito
en un tono menor,
todo amor en secreto,
duendecilla de ternura.
¡Y tu llanto,
será el llanto más llanto,
el más copioso!
¡Y la tristeza la más triste
y el dolor inigualable,
será una lluvia compacta
y caliente de tu desesperación!
Tus cabellos
copiarán los caprichos de la mar
y negros serán como tus negros ojos.
Tu trigueña piel
ha de ser
suave y tersa
como el pelaje del gato.
Y tu alma,
la luz en la oscuridad.
Tu padre será el viento
y tu madre…
tu madre la mujer-león.
La hembra-hembra,
la mujer más mujer,
la que se sabía,
la que se imaginó y se supuso,
la que se sabrá,
la guerrera,
la madraza,
la mitad dios, mitad humana,
y como humana
la más de todas ellas.
Y te pondrán por nombre
el de una simple flor,
tan simple como serás vos,
Margarita
y se soltará la leyenda.
(Leyenda que un loco poeta
irá tejiendo, escribiendo,
como escritura sagrada
con las lianas del alma.)
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