La manzana

Ideas, creencias y mitología



Por un motivo no muy claro, la manzana ha concentrado en sí mucho de los mitos de la humanidad, unas veces en forma auténtica y otras por errores de traducción o por leyendas no comprobables.

Reina de la imaginación popular, la manzana empezó su protagonismo desde que los griegos hicieron de ella el fruto de la discordia entre Afrodita y Hera, y responsable nada menos que de la guerra de Troya.

Otra referencia mitológica la encontramos en “el árbol de las manzanas de oro del jardín de las Hespérides”. Custodiado por un dragón de cien cabezas que nunca dormía, a sus frutos se los relacionaban con la inmortalidad. En una ocasión, Hércules tuvo que apoderarse de una de esas manzanas. No fue empresa fácil pero lo consigue aprovechando la ingenuidad de Atlas.

En la Biblia no aparece ninguna mención a la manzana. El árbol del ”bien y del mal”, es un árbol del cual no se hace referencia a su especie, sin embargo se lo representa como un manzano. Su fruto, el que no se debe probar, se lo denomina “el fruto del Árbol”

La mitología y la religión insisten en decir que Eva mordió la manzana, pero lo más probable es que haya probado cualquier otro fruto prohibido del Edén. La difusión de esta apreciación errada puede deberse, en gran parte, a una semejanza sintáctica o errónea traducción – interpretación de las palabras latinas

malus = manzano
malum = un mal


Sea manzana, higo o nuez, es indudable que al hombre se le debe haber atragantado algo desde tiempo inmemorial, porque esa protuberancia del cuello del másculo, en inglés, en italiano, en francés y probablemente en otros idiomas, se conoce como “manzana de Adán”

En la mitología nórdica, Iddhún es la diosa de la eterna juventud. Conserva para los dioses las “manzanas doradas que restauran la juventud.”
Iddhún sería un buen nombre para una marca de las tantas cremas que aseguran la desaparición de las arrugas. Parece que, la diosa nórdica lo conseguía de verdad.

En la mitología céltica, el manzano es el árbol del Otro Mundo y se lo nombra en muchos relatos galeses e irlandeses. En el ciclo del Rey Arthur , el rey, después de la derrota en Camlann, fue llevado a la “Isla de los Manzanos”, Insula Pomorum, un lugar siempre verde adonde iban, según la leyenda, los guerreros muertos en batalla

El mito o la leyenda de la lucha por la independencia de Suiza, nos refiere la proeza de Guillermo Tell. Experto tirador, para evitar el castigo de muerte que correspondía a la ofensa de no haberse descubierto ante un palo con un sombrero que simbolizaba al soberano de Hamburgo, estuvo obligado a acertar con su ballesta una manzana puesta sobre la cabeza de su hijo.
No sé por qué mecanismo de mi mente he asociado siempre la figura del dócil Isaac, hijo de Abraham, con la del hijo de Don Guillermo Tell.

Otra de las historias de la imaginación popular relata que, en una ocasión Newton despertó violentamente de su siesta por un manzanazo que le cayó en la cabeza. El hecho fue significativo, decidido a estudiar las causas de ese fenómeno, tiempo más tarde descubriría la ley de gravedad.

En lenguaje urbano, llamamos “manzana” al cuadrilátero o bloque de viviendas encerrado entre calles. Aquí también nos hallamos frente a una mala traducción, ya que en origen, “casa” deriva de la palabra latina mansio y en francés maçon (mason). En ciertos países se le llama isla, o bloque de casas.
Modismos, nada que ver con el fruto que nos ocupa.

La literatura infantil no escapa al deleite de tan bello fruto. Blancanieves cae en un sueño cataléptico a causa de haber mordido la manzana que le ofrece su madrastra disfrazada de bruja. El príncipe se encargará algo más tarde en deshacer el hechizo, no precisamente con un mordisco.

La simbología onírica brinda múltiples interpretaciones sobre la aparición de la manzana en los sueños. Casi todos los diccionarios coinciden en afirmar que si está madura y jugosa simboliza la vida material y su goce. Si la vemos pasada nos preanuncia engaños y desilusiones. Ver una manzana en sueños anuncia felicidad duradera y espiritual.
¡Cuidado con morder en sueños una manzana con gusanos! Nos presagia engaños y falsas promesas.

Mi abuela, con una de sus joyas de sabiduría popular, comparaba la manzana podrida con una muchacha hermosa y decía: “Caras vemos, corazones no conocemos”

Para finalizar y no excluyendo que haya muchos más ejemplos relativos al fruto, quiero dejar una mención a Federico García Lorca quien ha preferido el pomo de oro para subrayar el simbolismo de sus ideas.



Lo carnal

La manzana es lo carnal
fruta esfinge del pecado
gota de siglos que guarda
de Satanás el contacto (Canción Oriental)

En el poema Eros con bastón
Quise las manzanas verdes,
no las manzanas rosadas
(las verdes evocan los senos de una joven y las rosadas las mejillas de una niña)

Lo funerario
Quiero dormir el sueño de los manzanos
alejarme del tumulto de los cementerios
“Pronto se vio que la luna
era una calavera de caballo
y el aire una manzana oscura.

La vida
Mi manzano ya tiene sombras y pájaros…

Lo sexual en Yerma
¿No cantaba al levantar los esbozos de Holanda?
¿y no te dije, cómo huelen a manzanas estas ropas?



Está demás decir que la manzana es considerada el fruto sano por excelencia.
Por esta razón, les dejo un consejo amistoso:

“an apple a day, keeps the doctor away”


Yvette Nino Ninive