Si; ese país de pizza y de Venecia, de rosas y colores azules, si, esa torre, esa historia...... A quien quiero engañar, lo que pasa que no me es tan fácil hablar de ti: mi Italia, mi dolor, mi alegría, la geografía perfecta hecha para mi alma, la mujer que curiosamente fue llamada como aquel país, a la que yo llame mi mar mediterráneo por tener al rededor suyo mi tierra mojada, Italia la capital de mis amores, la tierra prometida, mi paraíso, mi formula escondida, mi Italis.
Recuerdo que cuando eramos peques te decia mi Roma y te pedia que lo deletrearas alrevez y lo hiciste, lo hiciste durante mucho tiempo hasta que te diste cuenta, o mientras fingías que no entendías, soliamos caminar a casa agarrados de la mano por las calles vacias adonde nadie nos viera, tu mirabas el cielo azul mientras yo no podía dejar de pensar en que momento tropezarías con una de tus agujetas desatadas y te caedrias de subito contra la acera y algunas otras veces te miraba como tu lo hacias con el cielo.
Eras una niña poco común, quizas por eso te queria, siempre te mandaban a la escuela con una falda rosa con estrellitas y lunas doradas muy al estilo de rockera de los 70 y con un chaleco de mezclilla azul, con tu pelo todo embarañado y tu piel blanca como la nieve, amaba cada una de tus palabras, pero amaba aun mas la manera en que me decías te amo con el mas hermoso grito de tus ojos.
Aun recuerdo tu valentía, tu corazón indomable, tu fe, tu pasión de color rosa, tu fuiste la única mujer que se atrevió a regalarme rosas por que yo no te me acercaba por creerte inalcanzable, me enseñaste a contar estrellas con la panza hacia arriba y con los ojos cerrados, me enseñaste a solo pensar en ti.
Pero algún dia tenia que acabar y también recuerdo cuando te marchaste y me dejaste jugando a la invasión espacial con los amigos de la calle, me dijiste que mañana nos veriamos y me diste el mas tierno beso que jamas nadie me ha podido dar, como para decirme hasta para siempre, te marchaste sin decir adios, un adios que todavía espero escuchar, quizas no, quizas solo anhelo escuchar otra vez tu voz.
Adios Italia, esa frase se ahogo en lo mas profundo de mi dolor, quiza no quisiste verme llorar y por eso te fuiste, tu sabias que eras lo mas importante en mi vida, mi compañera, mi mitad, pero sabes..... Aun te espero, todavía miro hacia el lugar a donde acaba la calle esperando ver otra vez tus pasos, todavía escucho tus gritos de capitana jugando a los marineros, nunca te fuiste, pero tengo que decirte adios por que hace falta, adios Italia, adios mi Italia, se despide tu Roma. |