No me siento vieja si no me veo reflejada en alguna vitrina o me miro en un espejo. Este último semestre, mì caminar se ve asediado por miedos. Debo volver a ser la que comenzò el año entre risas y esperanzas acompañada de la familia. Como que la vida corre veloz en estos últimos años. Como si me preparara para dormir y ya debo levantarme. Escribiendo textos que no me atrevo a subir. Inseguridad que achata mis esperanzas y coloca neblina entre mis pequeños planes. Necesito poseer màs valor para derrotar el silencio de la soledad.