Pies cansados de frágil camino, de pies descalzos y adoloridos. De mareas quietas y güijarros endidos, en mi piel desnuda como si fuera mi enemigo. Ya no quiero más estos sentidos despertar temprano y adolorido. Ojala lloviera y mojara mis fríos para dejar mis piernas en estado tardío.
Texto agregado el 11-12-2009, y leído por 150 visitantes. (2 votos)