Palabra sin vestigio para un mundo
que ni ruinas tiene. Apenas polvo
sideral pedacito de nebulosa. Y tú.
Es que la palabra toma forma; entonces silueta
quizás, destello dibujo saliente aurora espectro
luz reflejada, tan sólo
canto inaudible para una noche
que es eterna. Como la imaginación de un dios
que ha sido desterrado.
Hay un silencio, detrás y por encima; pero un hilo
-la voz en sí no es más que eso, un halo-
cruza el centro justo infinito y atraviesa
la burbuja ferozmente sin romperla.
La melodía se vuelve acaso temporal cataclismo
inclemencia de un tiempo que anuncia nuevos soles.
Más allá de la metáfora la silente vacuidad
da lugar al vital renacimiento del canto. Y tú
-qué tendrás que ver con todo esto exclamarás-.
No lo sé. Escucha atentamente tu canción
y sin respuestas comprenderás todas las preguntas.
Quien sostenga la armonía entre sus manos
no precisará de una boca
para poner en vibración al universo.
Y mucho menos la palabra.
Texto agregado el 10-12-2009, y leído por 222
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
12-08-2010
ah... pero qué felicidad que esta haya sido mi última lectura del día.. me voy a dormir y ojalá sueñe algo lindo y recordable (me apetece) leyente
14-04-2010
Cómo me perdí esto?? Qué rebuenísima que está, bici!!! :) La_Aguja
10-12-2009
Es un brillante poema, me quedo con estas frases "Quien sostenga la armonía entre sus manos
no precisará de una boca
para poner en vibración al universo." de gran nivel, sin dudas.
marfunebrero
10-12-2009
Muy bello tu armonico poema, espejo apenas de algo superior... betsyhaab