Una sensación de nombre desconocido me nace desde el pecho y se expanse por todo el cuerpo. Es mas que culpa, es mas que asco, es mas que mil remordimientos juntos.
Es vivir engañanado no solo a los demas, si no tambien a mi misma. Es ese revolotear de ideas en mi cabeza. Es algo de lo mas basico que se vuelve obsesion, que se apodera de mi vida y del 50% de mis pensamientos que no son dedicados a la otra cuestión.
Es el impulso, el vértigo, y esa sensacion indescriptible, hija de la culpa y de lo imperdonable.
En cada arcada mi cuerpo expulsa esa mezcolanza inmunda, expulsa dudas, inseguridaddes, desamparos, tristezas y recuerdos.
Con los ojos inchados y empañados, con la remera blanca salpicada, con ese gusto asqueroso en la boca, le jalo a la cadena y con mis manos marcadas digo adios a parte de mi pasado.

Es un peso menos.