“Las espinas de la rosa”
-La primera semana y una mentira que se volvió realidad-
III
-La chica que estaba parada en la entrada del auditorio, nos dirigió una agradable sonrisa mientras nos observaba. El auditorio era parecido a la cafetería en su fachada, un edificio enorme que se alzaba con peldaños que conducían a las puertas metálicas, en la fachada no demostraba algo interesante.
Regresando a la chica que nos recibió a la entrada se dirigió a Leí y le dijo:
-¿Por qué tan tarde Leí?, se supone que estarías a tiempo.
Y dirigiendo su mirada hacia mí después de decir esto de su boca salió un hola que asentí con la cabeza y una sonrisa.
-Perdona, Vanesa, pero pasaron algunas cosas que nos retrasaron, además se supone tu esperarías en la sala de los dormitorios, ¿o no? ¡Ah¡ por cierto, te presento a mi nueva compañera de dormitorio, su nombres es Natalia Merlo Mondragón, pero no se enoja si le dices Nat.
Hola, mucho gusto, soy Natalia, espero llevarme bien con tu prima y por supuesto con usted señorita-dije algo apenada, mientras mi mano se extendía ante la chica que tenia frente de mi, con su cabello rizado y su figura delgada.
-Mmmmm, ¿Natalia?, ah, ya veo, eres la chica de los rumores, en verdad tienes una mirada muy bonita, además de que tus ojos azules te ayudan demasiado, ya veo porque la impresionaste.
No sabia de que estaba hablando la prima de Leí así que le pedí de favor me explicara, a lo cual ella me respondió:
-No te preocupes, pronto lo entenderás, pero me he desviado del tema, perdón, mi nombre es Vanesa Martínez Cruz, y como ya lo sabes por Leí, soy su prima, ojala que logremos una buena amistad, ¿esta bien, Nat?
-Umm, si, por supuesto.
Y de un movimiento, Vanesa cogió mi mano con la suya y la estrecho moviéndola de arriba hacia abajo.
Bueno, vamos, la ceremonia de bienvenida empezara, claro que es un protocolo para las nuevas internas, la ceremonia de mañana es la oficial que dará la señorita directora.-dijo Vanesa mientras entrabamos al auditorio.
Ya en el interior, puedo decir que tenía elegancia. Las hileras de asientos acolchonados y cubiertos por tela de terciopelo rojo, el piso alfombrado por el mismo material. Las paredes cubiertas por tiras de madera barnizada y hasta enfrente como a unos 25 metros, una plataforma de madera donde se encontraban dos pulpitos de madera con micrófonos y en medio de estos una mesa con 6 sillas detrás de esta, la mesa cubierta por un mantel azul rey con encajes dorados en loas orillas. La iluminación dada por pequeñas lámparas que daban el matiz perfecto con una atmosfera clara y algo obscura.
El auditorio al verlo podía decir con certeza que podía albergar por lo menos 500 alumnas o un poco mas. Las hileras de asientos estaban arregladas de tal forma que iban descendiendo como una escalera, por ende en el centro y las extremidades del auditorio se encontraban los escalones para poder llegar al estrado principal donde están los pulpitos. Del lado izquierdo una puerta metálica de emergencia con un letrero que estaba iluminado con la leyenda de “Salida de emergencia”, se dejaba ver.
En la vista principal dos cortinas grandísimas, parecidas a las de un teatro, se encontraban recogidas por un lazo dorado.
Ya había varias alumnas dispersas por el auditorio, algunas en la parte de adelante, algunas en medio, pero todas en pares o tríos, platicando, excepto una, al cual se encontraba en la ultima hilera del lado derecho, parecía estar dormida, mas bien si me pongo a analizar cuando nos dirigimos hacia los asientos que estaban a su lado y le comenzamos a hablar en verdad estaba dormida.
Tenía el cabello chino, algo largo, sujetado por un lazo de color rojo, con unos lentes que la hacían parecer intelectual, y de lo cual no me equivoque. Caminamos por el pequeño sendero que había entre los asientos de la hilera donde estaba esta chica y los que teníamos a la izquierda. Me senté junto a ella, después de mi se sentó Leí, procurando acomodar su falda cuando lo hacia y por ultimo Vanesa que sonrió cuando lo hizo.
Me anime a hablarle a mi vecina de asiento y volviendo la mirada, se puso la mano extendida en la boca y bostezo, después estiro sus manos, me miro y me dijo.
-Hola, ¿Quién eres?
-¿Eh?, mi nombres es Natalia, y soy una estudiante nueva, la chica que esta a mi lado es Leilani y la que esta en la esquina es su prima Vanesa.
Al hacer esto, tanto Leí como Vanesa saludaron a la chica de ojos somnolientos, y esta estiro su mano para saludarme, yo tome sui mano y también la salude, después dijo.
-Mucho gusto Natalia, mi nombre es Ivonne, Ivonne Ibarra Rodríguez, yo te había visto al llegar, cuando estabas caminando con el viejo Ignacio, también había visto a Leilani y a su prima en los dormitorios.
-Je, je, ¿enserio, nos viste?, dijo Leí, mientras se rascaba la cabeza.
-Si, soy muy observadora, además note que tu habitación esta en el tercer piso y es la ultima habitación del corredor, o ¿me equivoco?
-No, no te equivocas, es cierto, respondió Leí.
-Y tu compañera Natalia, ¿en que piso te estas quedando?, me preguntó.
¡Ah¡ pues soy compañera de Leilani en el dormitorio, y ¿Cuál es tu habitación, Ivonne?
-Es la que esta al lado izquierdo de la tuya, que coincidencia, seremos vecinas.
Je, creo que si, es una gran coincidencia, dije con una sonrisa algo nerviosa. Cuando estaba a punto de decir algo mas, un fuerte sonido atrajo mi vista hacia la puerta de emergencia del lado izquierdo, se abrió, y lo que mis ojos vieron, la verdad no se si fue un preludio a lo que vendría después o era el sonido de la caja de Pandora.
Una débil luz de sol entraba por la puerta de emergencia, la chica que la abría era alta-al menos unos 9 centímetros mas que yo, me recordaba a la chica que había conocido en el tocador y que me había besado-de cabello corto de color negro con unos mechones rubios, de una tés algo morena y una figura muy bien proporcionada, entro, pero lo que mas me impresiono, fueron las persona que entraron detrás de ella.
Después de la chica de cabello corto, mi ahora conocida celadora pelirroja de nombre Brenda entro y a la vez después de ella, se encontraba esa chica (Mónica) de cabello negro alaciado y de figura angelical, esa chica del tocador que me hizo estremecerme cuando me beso.
Cuando ella cerro la puerta de emergencia y se volvió hacia todas las que estábamos en el auditorio y logre sentir que al momento que hizo esto, cruzo la mirada conmigo, sentí que mi corazón iba a salirse de mi pecho, además de que empecé a sentir algo de calor en la cara, que se manifestó en forma de chapas en mis mejillas que la prima de Leí noto cuando la voltee a ver; la reacción de esta fue una sonrisa algo burlona y después volvió su mirada hacia las personas que lentamente subían por las escaleras que llevaban al estrado y se colocaron separadas entre si por un asiento en las sillas detrás de la mesa con el mantel rojo.
Trague un poco de saliva y observe la figura de esa chica que tenía la mirada agachada y revisaba algunos papeles que había en el escritorio.
De repente la chica que entro primero, es decir la de cabello corto con mechones rubio, se paro de su asiento y se dirigió al pulpito y con una voz franca a través del micrófono del pulpito empezó a decir:
-Buenas tardes a todas, espero que estén bien, muchas se han de preguntar quien soy yo como, para poder darme el lujo de hablar frente a ustedes, bueno, me presento, mi nombre es Judith Delgado Alanís, y soy una estudiante de tercer grado de esta institución, además de ser la representante electa para este año de actividades escolares.
-Me agrada ver que hay muchas personas nuevas, aunque reconozco a otras del año pasado. Están aquí, porque su vida ahora será parte del instituto femenino Lillian y en este proceso de su educación media superior, esperamos que se sientan a gusto con su sistema de enseñanza, además de que logren llevarse bien, todas, tanto las internas como las alumnas que no lo son.
Estas y otras cosas como la puntualidad y los deberes de nosotras como nuevas alumnas de ingreso se dejaron oír en el discurso de presentación de la representante Judith, para terminar con el recordatorio de que mañana a las 7 de la mañana en punto la directora y el cuerpo estudiantil que se presento después realizarían para dar por iniciado el ciclo escolar.
Terminando de hablar, todas las presentes aplaudieron y las otras chicas que estaban en las sillas del escritorio se levantaron y aplaudieron de pie a la representante que volvió a tomar su asiento.
Tanto la chica de cabello rojo como su acompañante se dirigieron hacia el pulpito para presentarse, la primera en hacerlo fue la pelirroja, que dijo.
-Buenas tarde a todas, espero que su estancia sea agradable, soy la secretaria de la representante, mi nombre es Brenda Maldonado Arriaga y soy de segundo curso, además de que quiero pedir disculpas a todas porque la mayoría del consejo no esta aquí, mañana se presentaran todas con la formalidad que se requiere gracias.
De inmediato los aplausos se escucharon en el auditorio, pero ella no e inmuto, regreso a su asiento tal y cual se levanto, sin embargo eso no me preocupaba hasta que ella pasó a hablar.
-Mi nombre es Mónica Díaz Fernández y soy la vice representante de esta institución, soy de segundo curso, mi tamaño de la copa de mi sostén es 34C, además mi habitación esta en el ultimo piso de los dormitorios en la ultima habitación, por si quieren saberlo.
Todas e inclusive yo se quedaron estupefactas al oír semejante presentación, aunque la verdad hubo una excepción y esa era la de la prima de Leí, Vanesa que solo pudo sonreír ante tal respuesta; Mónica se separo del pulpito bajo por las escaleras del estrado y se dirigió a la puerta por donde salió; Brenda se levanto con una cara seria y la siguió, mientras la representante Judith se levantaba y dirigía al micrófono para decir:
-Je, je, no se alarmen, era una broma, bueno, aquí damos por terminada la reunión, por favor son liebres de ir a la cafetería donde se servirá la comida, después son libres de hacer lo que quieran hasta las ocho en que se sirve la cena, después deben ir a sus dormitorios…….pero, no al dormitorio de la vice representante, esta bien, bueno eso es todo.
De nuevo los aplausos se escucharon, mientras la representante Judith desaparecía también por la puerta de emergencia.
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