EL ANGEL QUE TENIA SEXO

Cuenta la leyenda que una vez existió un ángel llamado Lavel distinto a los demás. Desde querubín ya notó que era diferente. Su sexo estaba mucho más desarrollado que el de los demás querubines. Los pintores nunca le contrataban como modelo porque resultaba demasiado obsceno para la temática religiosa.

Cuando Lavel fue creciendo se convirtió en un bello adolescente. Tenía magnetismo. Era sumamente atractivo, al menos a los ojos humanos, pero no para los seres angelicales. Estos eran seres asexuales y no conocían el deseo.

Y entonces ocurrió. Lavel se enamoró de Yamán, su íntimo amigo, su compañero, su cómplice. Le espiaba a todas horas. No podía dejar de mirarle, quería tocarle, se sentía muy atraído por él . Un día Lavel fue sorprendido en unas nubes mientras acariciaba su sexo pensando en Yamán. Como castigo fue expulsado del Paraíso y condenado a vivir en la Tierra. Dicen que ahora escribe cuentos en una página de Internet.