Inicio / Cuenteros Locales / quiquelux / Entre el sueño y el despertar.
Entró sin pedir permiso alguno diciendo a sus compañeros: Buenos días vagonetas aquí estoy de nuevo.
Finalmente le hicieron una ronda donde quedó en el medio, el círculo se fue cerrando hasta comprimir su cuerpo entero, solamente sobresale su cabeza numero cinco, su voz se escucha débil y las piernas le son pisoteadas por la pequeña multitud. Bautista empañó el reducto con una fuerte luz venida del último aliento, una callada intriga embriagó su total inocencia, la cual se derramó sobre su escritorio en forma de sopor.
Cuando todo se hubo aclarado ellos comenzaron a dar nuevos jirones en nombre de dicho aumento salarial.
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Texto agregado el 08-12-2009, y leído por 143
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