No miren más, que es el mejor cuento de este usuario.
Mirta. Che, Mirtita. Dale, gordi, ¿estás despierta? Cómo que no. Si estuvieras dormidita no hablarías. Nada, que no me duermo. Sí, es la una y media; no me duermo, ¿qué querés que haga? Ya sé que los chicos van al colegio, Mirtita. ¿Y si hacemos uno rapidito a ver si me da sueño? No seas mala; cómo que así nació Maxy, pobrecito. Dale, gordi. ¿Y si me tocás un poquito? Ya sé, ya sé que es miércoles, che. No te cuesta nada, Mir, si vos no laburás. No, bueno; no quise decir eso. Ya sé que te deslomás en casa. Un pete, gorda, ¿tanto te cuesta? Mi amor, no es para tanto. No… ¿Cómo que tu vieja nos prestó guita…? ¿Qué? ¿El plasma? No. Ah, no; lo compré con mi laburo, no me vengas con eso. ¿Las vacaciones? ¡Ya le devolví todo! Cuando vos laburabas no teníamos un mango, dale; dale, ahora desde que me subieron de puesto vos te das el lujo de no laburar… Ah, ¿viste? se te pasó el sueño a vos también; podemos cojer y nos dormimos. No, tu vieja las pelotas, ¡esa hija de puta no laburó en la putísima vida! Ahora resulta que soy un pervertido, mirá. No seas conchuda vos también. Sí, qué bonito, ahora son “mis” hijos. ¿Sabés qué? Sos un bagayo. Ahí está, andá a laburar mañana mismo, dale, yo me hago una paja y chau. Sí, sí, claro; andá a la mierda, ¿sabés? y lleváte ese gato castrado… ¿Puto yo? Es un gato castrado, Mirta; castrado, no jodamos.
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