Cansado ya de ti, te dejé, me marche.
te dejé con los huesos rotos por mi desprecio.
te dejé con la frente vencida por mis lágrimas.
te dejé con el alma fría de lo que me hiciste.
te dejé, según yo, lastimada, para que no me doliera tanto la derrota.
te dejé cansada, agobiada, carcomida de tus tiempos, de mis ilusiones de tus pasiones y de tus arranques.
te dejé sin pasos, sin armas para seguir lastimando.
te dejé tan lastimada como yo me fui.
te dejé asi, saboreando las gotas de tus ojos, y el llanto de tu cuerpo.
te dejé asi, sin mi.
por que de alguna forma tenía que cobrarme las tristezas y los golpes de sarcasmo.
por que de alguna forma tenía que sacarte de mi pecho.
por eso te dejé.
para que ya no mates corazones, para que ya no robes alientos, ni derrumbes ilusiones.
te dejé por que mi sudor ya no caía de cansancio si no de melancolía.
por que superé tus insultos pero se acabo, te superé y me dolió.
te dejé empachada de tus propias serpientes.
te dejé sin mi, que tanto te amaba.
te dejé por que me canse de ti.
de tus arranques y tus voces que no dejan dormir.
de tus fantasmas que me asustan hasta el insomnio.
de tus insanos comienzos de final.
te dejé.
por que…
cansado…
estoy de ti.