Por lo general se tiene una idea muy errónea sobre este punto del ideal libertario que no estará de más esclarecer. Quisiera empezar que esta idea es mía y no propongo a nadie su realización, por el amor libre que me profeso la confieso y la aplico, como dice la canción: Amor pa ti, amor para mi.
En realidad, la noción de amor libre apunta más alto: no a la mera posibilidad de tener múltiples relaciones sexuales sino a la de amar sin condicionar. El Amor Libre introduce la noción de amistades amadas, familiares amados, de compañerismo afectivo. Afirma que se puede querer bien a dos o más seres simultáneamente. Mas insiste en que la intensidad de amar a las personas es diferente y tiene diferentes propósitos.
Amar es querer la libertad, la completa independencia de otro; hoy hablaba con alguien y me decía que generalmente las relaciones de pareja tienden a limitar la autonomía del otro. Este es uno de los principales males del amor, yo lo he vivido, usted que está leyendo a lo mejor también; el Amor Libre apuesta, por lo tanto, a una nueva educación sentimental, una educación que se basa en el principio de que no se puede amar verdaderamente más que a un ser perfectamente libre, independiente, no sólo de todos los demás, sino aun y sobre todo de aquel de quien se es amado y a quien se ama.
Y es que cuando dos personas se amen verdaderamente, ese amor tendrá por resultado inducirlos, recíprocamente, a tratar de merecer las caricias del ser que han elegido. Suponiendo que el compañero o la compañera que se ama puede volar del nido el día en que no encontrara más la satisfacción que apetecía, cada individuo hará cuanto le sea dable para atraérselo completamente. Como en esa especie de pájaros en que, en la estación del amor, el macho se reviste de un plumaje nuevo y brillante para seducir la hembra cuyas simpatías quiere captarse, los humanos cultivarán las cualidades morales que deben hacer
agradables su cariño y su compañía.
Ahora bien en cuanto al mal mayor: LOS CELOS, digamolo de inmediato, no le veo ninguna solución, sentirlo es en el fondo parte del juego del amor, es una conducta fisiológica del hombre y un sentimiento angustioso que hay que experimentar, el meollo del asunto está en como saberlos llevar y la forma de actuar.
Generalmenta cuando se ama fuertemente, se siente la necesidad del contacto, de la posesión exclusiva del ser amado. Si el hombre tuviese el sentimiento
de respeto a la libertad ajena, sufriría los celos, comprendiendo que el tiempo no es enteramente nuestro sino hace parte del cosmos y que por mas ominipotentes que nos creamos no podremos satisfacer en todo momento a nuestros seres amados. Entendiendo la plena libertad de la persona amada habrá comprensión y respeto hacia los otros que logran crear una satisfacción en nuestra pareja.
Este pues es un intento de lograr relaciones saludable, amigos y amantes que me permitan mutuamente hacer, vivir y sentir más. No se trata de un intercambio como en la utópica economía, se trata de un dar incondicional sin esperar respuesta, que si la hay será mas gratificante y se multiplicará, que si no la hay que mas da, será placentero el solo hecho de dar. |