ZACARÍAS DESCUBRIÓ LA NADA

Zacarías había descubierto “la nada”.

Era increíble, porque era tan sencillo que no podía entender como nadie se había dado cuenta. Revisó una y otra vez sus papeles y todo concordaba, no había dudas, era la nada.

Investigó la literatura especializada, buceo por toda la bibliografía existente y no encontró nada, nadie había escrito nada sobre la nada, solamente algunas reflexiones filosóficas, pero nada sobre la nada. Este descubrimiento cambiaba totalmente el concepto de la física y del universo.

Se lo comentó a su mejor amigo, Efraín, le dijo: Efraín, mira, descubrí “la nada”, la nada es “algo”.
Y Efraín le respondió, si yo creo que alguna vez también leí algo sobre la nada… “oye, juguemos ajedrez”.

Zacarías estaba consternado, dudaba, quizás estaba equivocado, quizás la reacción de Efraín era lógica, ¿por qué él iba a descubrir algo que no existe?, si la nada es nada, no puede existir.

Pero su curiosidad era irresistible y continuó trabajando su modelo conceptual sobre la nada.

Su obsesión crecía y de a poco iba ampliando y mejorando la teoría, y cada vez se hacia más consistente.

Zacarías escribía: “Hubo un error, el universo no está compuesto por “materia, energía, espacio y tiempo”, la materia y la energía es una misma cosa. La materia es energía consolidada, pero sigue siendo energía. Los átomos son energía que se reúnen en moléculas y las moléculas conforman la materia. No es correcto separar la materia y la energía como 2 cosas diferentes, es lo mismo”.

Sonó el teléfono, se había olvidado que era el cumpleaños de su amigo Ganímedes y que hacían una cena en su casa. La fiesta fue muy buena, y ya a lo último, de café en café, hablaron de todo, y P quiso hablar sobre la nada, y se habló, pero cada uno hacia su comentario y la conversación terminó para otro lado.

En el trabajo quedaba pensativo por largos ratos, y los compañeros preocupados, le preguntaban; “Zacarías ¿en que piensas tan ensimismado, tienes algún problema?”.

Cuando llegaba a la casa, se preparaba su café y comenzaba a trabajar en su modelo sobre la nada, hasta cualquier hora.

“La materia es energía y la energía es movimiento, la energía en realidad es vibración, cuando la materia deja de vibrar hay “nada”.

La gente no se da cuenta de esto porque la energía no se ve, pensó, pero parece que hay algunas personas dicen que son capaces de ver o captar manifestaciones de la energía, y comenzó a buscar en los videntes, estudio el Reiki, la energía killian y otras. Pero encontró que era todo subjetivo e intuitivo, y el objetivo era manipular las manifestaciones de la energía en el mundo real, pero no intentaba explicar el fenómeno.

Zacarías prosiguió con su teoría: “cuando hay vibración hay materia, cuando no hay vibración hay “nada”, cuando la nada comienza a vibrar se conforma la materia. La “nada” entonces es algo que no vibra, cuando la nada comienza a vibrar se convierte en “algo”, y esto lo tenía obsesionado.

Decidió recurrir a científicos especializados en física cuántica. Luego de varias vueltas logró una reunión con el Dr. Himdenberguer, un experto en física cuántica, y le presentó su idea.
El Dr. Himdenberguer, leyó atentamente y le dijo; “teóricamente es consistente, pero va contra todas las leyes actuales de la física cuántica”, pero es buena la idea y la intención, es muy reconfortante ver que la gente común se interesa en un tema tan complicado como es la física cuántica.

Zacarías quedó frustrado y confundido, por un tiempo abandonó su teoría y retomó sus actividades, pero terminó volviendo, no se convencía, nada le demostraba que su idea era errónea, no era refutable aún.

“La nada es un plasma no vibrátil, quieto, compuesto por “nadones”, la esencia de la nada es el nadón”, “el universo es todo lo que vibra, cuando termina la vibración comienza la nada, la no vibración”, “el espacio y el tiempo son consecuencias de la vibración”, “el universo termina en la nada”.

Zacarias estaba convencido, pero era indemostrable… y pasaron los días, los meses y los años, y Zacarías ya había entendido que no tenía forma de demostrar la nada. Para el pasó a ser una cuestión de fe, creía en la nada, pero era indemostrable.

Leyó y profundizó sobre antimateria, siguió las investigaciones sobre el acelerador de partículas CERN, las investigaciones sobre el Bosson de Higgs y todo lo que le caía en manos, o encontraba, incluso profundizo en la conceptualización filosófica de la nada, aprendió a meditar, practicó yoga para controlar la energía, pero nada le permitía establecer una idea, un conducto, un portal, una forma de demostrar la nada.

En sus teorizaciones había pensado en manipular la luz como la última forma de energía vibrátil antes de pasar a ser la nada, pero no encontraba la forma, el modo, la manera, la nada era indemostrable.

Quizás la nada era el punto final, pero eso carecía de comprensión. Estudio las religiones y se dedicó a la oración solo y en masas para ver si captaba colectivamente y por la fe la esencia de la nada, pero nada, nada de nada.

Hasta que se introdujo en una línea de investigación nueva: “¿porque de pronto la nada comienza a vibrar y se transforma en algo?, ¿Qué lleva a la nada a vibrar?” , es decir, comenzó a buscar el camino inverso.

Y esto tenía sentido, porque el origen del Big Bang fue un núcleo hiperdenso único que estalló, y sería compatible con el comienzo de la vibración de un “nadón”, que dio lugar al universo.

Entonces se preguntó Zacarías, ¿porqué comienza a vibrar un “nadón”, cómo hago vibrar un nadón?, y el problema era que vivimos en la vibración y en la vibración no hay “nada”, o en todo caso hay “nada vibrando”.

La solución era la reverberancia, modificar la vibración por reverberancia, y se puso a trabajar.
El principio era armar un artefacto con imanes y un diapasón, para que el diapasón cambiara la vibración por reverberancia y los imanes mantuvieran el nuevo campo vibrátil; pero debía hacerse en el vacío absoluto.

Luego de 2 años logró terminar el artefacto y se dispuso a hacer la primera prueba bajo condiciones controladas.

Y lo logró, logró que pare de vibrar y se creó una esfera de nada en medio del universo, un núcleo de nada, sin espacio, sin tiempo, nada de nada.

Continuará …