De tanto andar por la férrea vida mi lengua se golpea queriendo decir palabras.
Debo andar bien porque tengo tantas monedas de un solo peso; pero el resto que nos acompañan alzan sus lanzas buscando un digno pasar.
Hicimos regar la naturaleza con metales el vasto suelo, pero igual las enormes tristezas predominan y la plata no se sabe donde está.
Hubo tantos juramentos de que todo cambiaría que ahora sin aliento no podemos perdonar. Tantos gallos que nos traicionaron con la cresta como loros, que hoy por su grandísima culpa la sangre corre por las alcantarillas cual aguas de molinos.
El amor se deshace en pedazos de amargo rompecabezas, cada uno lleva en su mochila el comienzo de algo que nunca se ha de completar.
Ahora una porción de violencia se cuece en el corazón del cielo, ahora debemos echar andar una revolución donde siempre se coseche lo que dejamos abandonado. Quitar el fruto donde aparezca y fumar alas de insectos. Sal en pocas cantidades polvo de mil estrellas.
Nos hicieron prenda un día pero nos quedamos con lo puesto, lo que había era apresto para andar de elegante etiqueta.
Texto agregado el 06-12-2009, y leído por 152
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
07-12-2009
No más revoluciones que vierten el río purpura de los pueblos. fesua
06-12-2009
Seguramente a refiere a los políticos. Tiene toda la razón! 5* tursol
06-12-2009
Muy bien lagartaleoparda
06-12-2009
un texto interesante ***** fabiandemaza
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