Iba en el microbús ayer, y de pronto, surgió la vocecilla clara de un pequeñuelo que le preguntó a su madre: - Mamita, ¿Quién es Víctor Jara?
Y la señora, asorochada por el calor de las cuatro de la tarde, le respondió: -Era un terrorista al que mataron los militares.
Más que rabia, me embargó una tremenda pena, la mujer esa, posiblemente nunca supo realmente quien era Víctor Jara. Presumo que nació mucho después del brutal crimen del cantautor y que su educación fue muy deficiente. Pensé en sus propios padres, en la forma en que les fue transmitida esta noticia, en la difusa orientación ideológica que debieron tener ellos, como la tiene la mayoría de las personas, para las cuales, es una argamasa confusa que sólo acarrea sinsabores.
Pero, la vida entrega sorpresas y un poco después, capeando la treintena de grados de la canícula santiaguina, subió un cantante, con su respectiva acreditación en el cuello, y luego de saludar a los pasajeros, comenzó a tocar con una sensibilidad envidiable y una maestría que merecía mejor escenario, “Te recuerdo Amanda”. La misma mujer de la que hablaba al principio, comenzó a tararear la canción y el chico, entusiasmado con el guitarreo, contemplaba las manos hiperkinéticas del artista. A algunos de los pasajeros se les llenaron los ojos de lágrimas, no niego que también sufrí cierta conmoción. Luego, el artista interpretó “El cigarrito” y mi alma se trasladó a los años setenta, cuando todo era promesa y todo era alegría. Me imaginé a Víctor Jara, lleno de entusiasmo, creativo, inteligente. Imaginé tantas cosas, recordé tantas otras.
Cuando el artista aquel, terminó su canto, las monedas surgieron como por arte de magia de los bolsillos de los pasajeros: era la retribución justa de todos los que habíamos vibrado con ese canto de sencilla hermosura. La mujer aquella, también contribuyó con sus monedas y de paso, piropeó al cantante: ¡Que hermosas canciones!
-Si, señora. Es mi modesto homenaje para el mártir y cantante Víctor Jara.
La mujer se quedó perpleja. Yo, me sumí en profundas cavilaciones…
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