La pequeña veladora electrica prende y apaga internirentemente, él esta resando.
--Santo Niño de Atocha, ánimas del purgatorio* , ayudenme enviandome enlaces ó links de revista y suplementos literrios, donde me paguen por publicar cuentos cortos. *(Por disposiciones superiores el purgatorio ya no existe, y este autor criollo, tal vez lo ignira.)
El mestizo aborigen suelta algunas malas palabras cuando la laparilla se apaga definitvamente.
--Amo cuasle (en nahuatl, palabras con doble significado: buen amo y demonio) han cortado la luz, no funcionara más mi laptop. Me conectare en los cables del alumbrdo público por dos o tres días, vendere algunos de mis libros esolares allá en el tianguis (mercado callejero) de Las Pulgas.
Alguien se recarga y estornuda junto a la puerta que da a la vecidad (grupo de habitaciones familiares que se rentan). El indiado (mestizo que parece indio) se levanta y observa que en el corredor han dejado los envases de tres caguas (cerveza).
--Esto me caé del cielo é ire a venderlos --afirma el personaje de este cuento--.