Como siempre empiezo preguntando: ¿Es justificable la actitud de un fumador? ¿Existe un motivo real para fumar o todos son excusas para satisfacer una necesidad, a día de hoy, no muy bien vista? ¿Los no fumadores tienen derecho a PROHIBIR el consumo de tabaco en ciertas zonas públicas?
Se podría seguir preguntando pero creo que es mejor reflexionar un poco y empezar a encontrar respuestas. Como dice la presentadora de Gran Herman, Mercedes Milá, “el tabaco, simplemente es humo”. ¿Consideras esto una postura algo extremista? Yo, en cierto modo, sí. Es decir, la comprendo en lo que dice e incluso pienso igual que ella pero hay personas que ven algo más que humo en un cigarrillo. Por desgracia, el mejor amigo de muchas personas es el tabaco. Es su compañía, su bienestar pleno. Ves que a cada momento están con el pitillo en la boca. A veces apenas fuman de pulmón porque su necesidad no está en inhalar, sino en tenerlo cerca.
Soy un fumador semiactivo y semipasivo. Mi madre fuma pero procura alejarse de mí cuando lo hace. Yo fumo pero en días contados al mes. No siento necesidad de hacerlo (normalmente). Fumo por puro placer. Por ese motivo no sólo fumo tabaco. Pero volviendo a las cuestiones que planteé al principio: ¿Se fuma por razón o por motivo, o se fuma por obligación o necesidad? Mi opinión es que en muchos casos, cuando un joven empieza a fumar lo hace por quedar bien ante sus amigos, porque tener un cigarrillo entre los dedos con quince años es sinónimo de superioridad. Al empezar sin cabeza, uno mismo cae en el vicio. Sin embargo sin empiezas a fumar por pura curiosidad, como algo experimental, el autocontrol te va a ayudar a no engancharte. En cuanto des la primera calada te preguntarás por qué a tanta gente le gusta esto si sabe tan mal.
Otra pregunta polémica es si los no fumadores tienen el derecho a prohibir el consumo de tabaco en espacios públicos. Tengo entendido que, a pesar de prohibir fumar en muchos bares, y de lograr tener una sala de no fumadores en la mayoría, hay personas que buscan la prohibición total. Se me ocurren dos motivos que justifican esta actitud: el amor a la vida ajena y la necesidad de estar a gusto en cualquier lugar. Sobre lo primero, he de decir que me preocupa la vida de los demás y me da pena que muera gente por el tabaco, pero yo no soy dueño ni amo de nadie por lo que cada uno puede hacer consigo mismo lo que le dé la gana al margen de mi opinión o de mis sentimientos. Por otro lado, a día de hoy hay zonas habilitadas para no fumadores, libres de humos, en prácticamente cualquier lugar, y si es cierto (que lo es) que la libertad de uno termina donde empieza la de otro, debemos respetar la libertad del fumador en este caso, porque se mata él y mata a quién tenga cerca, pero también tiene lugares aptos para hacerlo.
Creo que está bien replantear este tema pero no en una postura extremista hacia uno u otro lado. Quizás se podría llegar a un acuerdo, aunque probablemente las cosas no cambiarían demasiado. Pero para esto, repito, no se puede atentar contra los derechos del no fumador, ni discriminar al que sí lo hace, porque muchas veces, para esa persona, no hay más remedio.
*Javier Santalices* |