No te quiero mentir ahora porque ya comprobé que el orgullo no va conmigo y no debe ir con nadie, además ya estoy harto de que toda la gente acá siga ese jueguito tan falso. No me importa que me veas débil, no me importa que hables mal de mí en un futuro, no me importa que esto te esté subiendo la autoestima. Pero es que de verdad me sigues gustando mucho.

Solo te faltaba tener plata y ser físicamente atractivo, pero en realidad eres todo lo contrario. Trabajas muy duro y ganas poco, además apenas hay algo bonito en la expresión que tienes en tu rostro. Poco a poco fui cayendo y tu encanto me hizo olvidar esos detalles.

Te comencé a querer mucho y aún sigo haciéndolo. No eres el hombre de mis sueños, porque sé que la perfección no existe. Pero tú estás bastante cerca. No me incomodaba tu forma de hablar, porque entre nosotros, hay locas con un acento afeminado insoportable y nunca te dije que tu forma de caminar también me gustaba mucho, y es porque a mí también me dicen que camino de manera extraña, porque tengo una pierna ligeramente más grande que la otra.

Siempre me dabas esperanzas, siempre me hablabas de cosas buenas. De ti aprendí muchas cosas y además me hiciste sentir muy feliz.

Te extraño. No te lo he dicho, pero anoche tuve un sueño que me gustó mucho y fue que estábamos en una fiesta y nunca te separabas de mí, eras tan cariñoso conmigo y además de eso tratabas de robarme besos. Pero yo no te dejaba, como siempre, yo me guardo.

Me pediste un beso durante tres semanas, y cuando te lo di, me dolió mucho que una semana después me dijeras que no podíamos tener nada. Pero de todas maneras supe que no te sentiste cómodo dándomelo. Y por eso yo tampoco te besé bien. Por algo no fue un beso largo, solo un piquito. Y aún así lo recuerdo mucho.

Pero lo que más recuerdo es aquella tarde que pasamos en tu universidad, cuando había paro de estudiantes y no había clases. El clima era templado y en los edificios de atrás no había nadie. Estuvimos abrazados por varios minutos. Y me pediste un beso, pero no te lo di. Pero para mí aquel abrazo fue suficiente, no sé si para ti. Y tú sabes cómo son las cosas en nuestro país, dos jóvenes homosexuales aún no pueden caminar tomados de las manos a menos que estén en Chapinero. Y Chapinero está a cuatrocientos kilómetros. Aquel momento no lo vuelvo a tener nunca más en mi vida. Y aunque nunca tuvimos nada, lo recuerdo mucho.

Y el beso fue en mi universidad, dos horas antes de que comenzaran las clases. El quinto piso de la facultad de arquitectura siempre está vacío hasta las cinco de la tarde los martes, así que nos besamos como a las tres. Y nos quedamos abrazados. Yo me enamoraba cada vez más de ti pero tú me tratabas muy mal, era obvio que aún tu corazón no superaba tus experiencias anteriores. Pero yo no quise entender a pesar de que soy tan comprensivo y tengo una empatía sensacional.

Ahora estoy viéndome con un chico un año mayor que yo, pero los dos nos parecemos mucho a pesar de todo. En parte por eso era que en aquella fiesta, en aquel sueño, no quise responderte esos besos mi regla es uno solo a la vez, es que nunca te lo dije.

Tengo un corazón muy frágil dentro de mi fría y dura superficie. Y ya aprendí la lección. Hacerme el fuerte no me sirve de nada, el orgullo no funciona conmigo.
Aquel día que te vi en Rose fue terrible. Marce ya estaba medio borracha y como Pollo quería besarse conmigo, me decía que me besara con él frente a ti, ya sea para darte celos o para hacerte creer que ya te superé, pero yo no estoy para esas maricadas. Pollo siempre me sacaba a bailar y trataba de evadirle sus intentos de besarme. Y quiero que sepas que cuando te saludé, fue con la mayor sinceridad porque tú y yo sabemos que debemos esforzarnos por sentirnos bien con nosotros mismos y entre nosotros mismos. Luego me sacaste a bailar, y sabes, nadie ha sido tan buen parejo de baile como tú conmigo, es impresionante la manera en cómo me sigues el ritmo.

No me gustó que me eliminaras del Facebook. Pero agradezco el detallito aquel de cuando llamaste a Marce y me mandaste saludos. Aún te quiero mucho y te juro que si estuviera con otro chico, así sea de estrato, sea tan tierno y sensible como yo, lo dejaría por ti. No me importa que trabajes y estudies a la vez, y que solo nos podamos ver los sábados o los domingos. Que yo sea tan estirado y a la vez tan humilde. Que tú seas tan poco cariñoso y no puedas consentirme. Pero hay algo que veo en ti, que me hizo olvidar esos detalles.

Sé que estás medio loco y yo lo último que necesito es alguien con una mente igual de retorcida que la mía y con estados de ánimo tan cambiantes. Es que me doy cuenta de que somos tan iguales.

Juanito, te quiero mucho. Y solo me falta un poquito para decirte que te amo. Tengo recuerdos muy bonitos de aquel mes en el que salimos juntos. Quiero decirte también que te necesito. Es que a mi alrededor nadie me da esperanzas. Y yo soy la esperanza de todos alrededor de mí. Te repito que no soy tan fuerte. Te extraño mucho. Y tengo muchas dudas.

Uno de estos días te pido tu Messenger. Sabes que las vacaciones en mi pueblo son lo más aburrido que puede haber en la vida, y más porque tengo que mamarme los comentarios homofóbicos que son pan de cada día allá, tengo que ser tan hipócrita y tengo que aguantarme la indiferencia de mi hermana mayor, de no saber si ella me acepta como soy o aún quiere que yo cambie.

Si hay alguien que te llene más que yo, lo comprendo porque yo te quiero mucho. Y antes que nada, quiero que seas feliz. Y aunque tu prima me recuerde que eres tan humano como yo (que puedo ser la persona más maravillosa a la vez que un hijo de p…) igual yo me aguanto. Aún faltó que nos conociéramos más.

Quiero que me disculpes porque cuando estuve con Hugo te traté tan mal. No te eches la culpa, pero por ti quise probar el orgullo y no me sirvió de nada, acabé hundiéndome más y ahora no sé si estas vacaciones me sirvan para sentirme mejor o hundirme más (acuérdate lo que pasa en mi pueblo). Yo soy el responsable de mi vida, y tú lo sabes bien. Ah, además ya cumplí 18, legalmente soy un adulto.

A pesar de que te he mostrado todos mis sentimientos, aún no estoy seguro de muchas cosas. Y recuerdo a Wily. Ustedes dos han empatado muy bien. Junto con Julio, ustedes tres son los amores de mi vida. Ustedes tres son muy diferentes, te aclaro, no los estoy comparando mucho menos. Pero tú sabes cómo soy yo.

Para decir que una persona vale la pena tiene que hacer demasiado.