Como un juego de palabras esto existe porque se ha vivido, porque convertido en canción, y aunque nada se ha aprendido, se oye vagamente: "A olvidar y a sentir, eso también aprendí".
Pero, en fin, y ya que estamos hablando del amor -quise decir un juego de palabras- ocurre que a veces no se siente mucho el vacío en el alma y en un rincón de su cuarto la vió mezclada con el aire. Aunque, por supuesto, también podría ser el rincón de un corazón que siente todo lo contrario.
Se trata de que, por cosas del amor, durante el año de las miradas tristes y hasta la esporádica reinstauración de la sonrisa en los labios, anduvo fuera de este mundo.
Eternamente sí, como siempre en estos casos, para verla completa tuvo que saltearse algunos versos o dejarlos para el recuerdo de esa época en que uno simplemente no podía vivir sin el otro, y cuya más breve descripción resulta ya una banal reiteración. Precisamente porque no se desgasto nunca como otras palabras ("amor"), simplemente desapareció aunque dejando rastro, partes ella y partes él, mezclándose en el aire, con olor a madrugada y la carita triste que le prometió quedarse. |