Hubo un beso que el viento se lo llevo, a ninguna parte, a ningún rincón, porque las bocas estaban ausentes sin ninguna explicita razón. Vivió en el olvido de las bocas mientras que el pérfido sopló, hasta que en un arrojo de cordura con el recuerdo al viento se le robó. Las bocas no perdieron la ocasión de silenciar por siempre al viento con la sola palabra de su corazón. Beso peregrino que el viento trasportó, hoy solo vas de mi boca a su boca regresando al amor que te engendró. Beso peregrino Joan © Bosch 30/11/09
Texto agregado el 01-12-2009, y leído por 261 visitantes. (4 votos)