mira, yo no sé nada de lucidez ni de quebrantos ni mucho menos de esquirlas silenciosamente hirientes ni de profundos cortes de hojas de maple mírame bien yo no sé nada de tus llantos ni de tus espectros ni de tus muertos ni quisiera saberlos ya vuélveme a mirar y creéme: no se nada de tu sexo ni de tu oscuridad ni de tus manías me importas un absoluto carajo y ahora regresa de tu exilio aparecete y mírame, finalmente, ¿quien te dijo que esto tenia algo que ver con el amor?
Texto agregado el 14-06-2004, y leído por 128 visitantes. (2 votos)