Ella quiso partir una mañana, una mañana gris con mucho frío. Se apoyó silenciosa en la ventana, dejó atrás a sus sueños mas queridos. Miró entre vacilante y decidida las cosas cotidianas de su vida. Pero no se hechó atrás: un desafío le impedia sentir su despedida. Y se marchó. Se fue en su muerte. Cruzó el umbral. Las gotas del rocío empaparon sus ojos y su frente. Nada de lo que fue tuvo sentido. Y se fue en busca de su propia suerte una mañana gris, con mucho frío
Texto agregado el 30-11-2009, y leído por 224 visitantes. (9 votos)