Ella 20/04/07
Tal vez estoy mirando hacia el largo y profundo campo de mi ocaso , pero también , estoy mirando hacia el comienzo de otros pasos ,que como los míos caminan en busca del sentido último de las cosas , siempre empujados por la energía oculta y dinamizadora da la vida.
Veo sus ojos alegres y su cuerpo creciendo en el verde prado de su contento. La veo quieta , oculta entre la varillas finas del quilantal. La tarde le va cobijando el cuerpo con su manto tibio y fresco de silencio natural. Ella sigue allí, justo donde se cruzan los abrazos del sol, en la madurez ultima de ese día . Ella está quieta entre las varillas finas del quilantal . Ahora se deja ir , hermosa, por la tenue luz de la tarde , mientras sus ojitos verdes reciben al primer aliento de la noche .
Repentinamente se da vuelta y me mira .Estalla en mi, sin darme cuenta , un rubor de viejo que derriba siglos de cansancio y penas . No puedo mirarla por mucho tiempo mis ojos no ven con claridad la imagen nítida de su cuerpo adolescente oculto entre las varillas finas del quilantal.
Una hoja lanceolada y verdosa , cae sin resistencia, y se queda dormida en el cuerpo blando del silencio. Allí estaban , otra vez, sus ojitos dulces eternizados de luz. Ella sonrió , como comprendiendo mis pensamientos .
La cumbre nevada de los siglos petrificados del tiempo ere bella y lejana . Desde su altura pareció que igual que ella, me miraba y alentaba a que yo también permaneciera quieto entre las varillas finas del quilantal.
De repente vi pasar mi vida haciendo juegos adolescentes, en una larga y gastada fila de años . Vi que mi vida se detuvo para mirarnos , estaba inquieta, mientras nosotros en la levedad de un segundo , ella y yo, viajábamos por la tarde . Ella estiró su brazo y puso su mano aromada de néctar, muy cerca de la mía .Quedamos quietos , mi vida seguía pasando en una larga y gastada fila de años una y otra vez haciéndose esperanza , sueños, temores, angustia ; confundiéndose con otras vidas , que como la mía fueron construyendo quimeras y forjando dolor tal como enceguecidos arquitectos de la destrucción.
Vimos pasar cuerpos enfermos adolescentes enmascarados ; familias destrozándose en una larga y gastada secuencia de años .También vimos pasar mucha alegría pasajera, que en rayitos de luz embellecían y cambiaban el ritmo de todas las vidas .
Ella sonreía . Dejó su mano en la mía ; me miraba y en silencio me invitó a sonreír y parecía decirme que aquella alegría también es mía .Parecía decirme que dejara mi angustia, aun , cuando mis años están mirando el camino de mi ocaso.
Sin darme cuenta fui niño y corrí con ella , besé su aroma vegetal y tierno y con ella ocultos entre las varillas finas del quilantal mientras el día se iba acurrucando a la tarde , amamos a la noche.
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