¿Promesas? De poco sirven cuando el deseo sucumbe a ellas.
Solo la gente que realmente se respeta y respeta al individuo cuyo mayor deseo es conseguir alguna declaración que asegure que serás honrada, cumplen las promesas. Solo esas son de acero. Las demás se las lleva el viento como decenas de hojas de papel en un día de otoño.
Algunas duran años. Otras, el tiempo justo para dejar el lugar y romper toda promesa hecha minutos antes.
La gente es así. Yo lo vivo. Y me duele. Una promesa de amor eterno. Eso soy.
Tantos sentimientos que nadie podría describir. Todo fachada. Pero me callo. Mi trabajo es ser el albacea que atestigua ese amor aunque no sea cierto. Ella sueña, él le engaña.
Las cosas son así. El mundo debe continuar con su ritmo. Si no, no seriamos lo que nos describe hoy por hoy.
A veces pienso si romper mi promesa de ser promesa cambiaria el mundo.
Nunca lo sabré.
Solo seré una espectadora de cómo mi aliada y a la vez mi enemiga deshace todo aquello por que una lucha. Ese es su trabajo. Así se comporta ella: la mentira.
Texto agregado el 29-11-2009, y leído por 98
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Lectores Opinan
29-11-2009
No siempre nuestros deseos encuentran la puerta de salida,pero hay más opciones que quedarse mirando y no hacer nada. judini
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