En Opticity los habitantes tenemos cuatro ojos, un par en la cara y otro en la nuca.
Gracias a este beneficio que nos dio la señora Naturaleza, siempre tenemos todo a la vista. El ojo derecho de la cara y el izquierdo de la nuca perciben en blanco y negro, mientras que el izquierdo de la cara y el derecho de la nuca captan lo que ven en colores. Por suerte los podemos controlar voluntariamente, así que si el día está gris , ponemos en contacto los cromocolor para lograr animarnos, de esa forma evitamos la depresión. Cuando queremos concentrarnos en algo específico o focalizar la atención en determinado punto, cerramos todos los ojos que no enfocan el punto de interés, de esa manera ahorramos energía.

Ay!, me pica el ojo derecho posterior y no me puedo rascar porque tengo las manos ocupadas con estas bolsas del supermercado, la agenda, el llavero, el celular...
A ver...,me queda libre el dedo número nueve del brazo izquierdo delantero, ay...no llego. ¡Qué bronca , tenía que ser justo uno cromocolor! El otro, es decir, el izquierdo delantero, tampoco me anda porque esta mañana se me trancó la palanca que abre el párpado correspondiente. Con este panorama no voy a poder ver en colores. Qué macana, con lo lindo que está el día!

_ Hola. Llegás en el momento justo. ¿Me prestás un
dedo?
_ ¿Para qué?
_ Para rascarme el ojo.
_ ¿Cuál?
_ El de la nuca del lado derecho.
_ ¿Así está bien ?
_ Si, gracias. Ya no me molesta.
_ De nada.

Sigo con mi explicación sobre los habitantes de Opticity:
Otra ventaja es que nuestros globos oculares no están sostenidos por músculos a los lados, arriba y abajo, sino que flotan libremente en la bóveda ocular, razón por la cual giran hacia todos los lados como pelotas de ping-pong.
Cuando el campo visual parece estar limitado, automáticamente son eyectados fuera de la bóveda, sujetos por una prolongación extensible del nervio óptico correspondiente. Todas las vías ópticas están entrecruzadas, motivo por el que a todos les llega la misma información, excepto la del color.
En cuanto al aparato locomotor, tenemos dos pies rotatorios que nos permiten cambiar de dirección sin girar el cuerpo y una mano en cada una de las cuatro largas extremidades superiores, con diez dedos cada una para poder palpar todo mejor, algunos finos y otros más gruesos con diferentes texturas.

- ¿Vas para allá ?
- ¿Para dónde ?
- Para la derecha.
- ¿De quién?
- Mía. Dale, es para el otro lado, no te quedes
atrás.
- Si yo voy para adelante...
- Entonces girá.
- Dejá el brazo quieto y no me hagas más
gestos.
- ¿Cuál brazo ?
- El izquierdo.
- ¿El de los dedos finos ?
- Ese. Ya que estás, devolvéme el favor, ¿no
me rascás la espalda?
- ¿Con qué dedo preferís ?
- Con el aterciopelado por favor. Número
catorce según mi registro.
- ¡Cómodo el muchachito, eh?!
- Apuráte que se nos hace tarde.

En Opticity nos encanta disfrutar del aire libre y del día luminoso porque es cuando más y mejor percibimos todo lo que nos rodea.