Desde Siempre
El amor es un sentimiento universal. Por eso todos los hombres que sean alcanzados por la llama bondadosa de tu belleza, no podrán hacer otra cosa más que amarte. Porque la belleza es un estándar universal; así como el amor, y yo mi amor, te amo. Te amo con un amor puro, único, traslúcido, límpido, cristalino, claro como el agua, diáfano, libre de ataduras (nadie obliga a nadie), y te sigo amando en la distancia. El amor que tengo es un amor universal, no porque sea un sentimiento universal; sino porque la mujer es lo más cerca que el hombre puede estar de Dios. Y después de pasar por el infierno del amor neófito, insincero, profano; y el purgatorio del amor mal comprendido, burdo y superficial. Encontré en ti el camino hacia el cielo. Y tú eres mi redención, mi vino de alegría eterna. Y quiero beberte sobrio, soñarte despierto, hablarte en silencio, dejar mi corazón en tus manos. Después de todo te pertenece desde un principio. Nuestros corazones tienen el mismo compás, ritmo y melodía; laten al unísono. Compartimos el mismo pentagrama, somos parte una sinfonía perfecta, sublime. Nosotros somos los compositores de nuestra obra mayor, nuestra vida. Y la armonía de mi vida consiste en vivirla contigo. El gozo de mi alma se encuentra en el amor transfigurado, metamorfoseado en ti. Desde siempre, no sé cuántas vidas ni cuánto tiempo, te he estado esperando.
Miguel Ochoa
Guayaquil, a 5 de Febrero del 2003
1:29 AM
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