Un día triste de abril el cangrejo se instaló en vos, sin pedir autorización.
En poco tiempo tu mama fue amputada.
Se buscó al ganglio linfático centinela para determinar si estaba tomado.
Luego rayos que te quemaron la piel.

Cuando te miraste quedaste azorada.No alcanzaste a comprender que había sucedido.
Como pudiste recompusiste tu existencia.
Luego, cirugía reconstructora que busca mejorar tu aspecto.

Eso te aniquila pero sigues adelante.

Hoy te tocó la tercera etapa.
Tu sonrisa franca se apocó y tus ojos se hunden y pierdes brillo.
Aquel que siempre te distinguió y te ayudó a sobresalir.

¡Qué flores con herrumbre luces en tu pecho!

Pero yo sé, amiga del alma, que has de mejorar.
Porque la vida todavía tiene para vos el papel definitivo.
Porque estás construída de futuro.
Porque llevas mucho de tu infancia.
Tu cabello rubio y sano nos preserva del olvido.
Ahora encuentro la palabra justa para definirte: Valiente.

Tu sonrisa ha de convencer al tiempo y tus ropas y tus silencios son sólo elementos gestuales que están cerca de tu mano para disculpar la adversidad.

Y tengo la suerte de ser tu amigo.