Me quedaré atada a los cordones de algún cobarde de sueños
y palabras torcidas... de renglones entrecortados con el aire,
sin saber que decir de esa boca escondida, que nada dice y todo tiene...
Me quedaré risueña como siempre,
esperando taladrarte con una broca del 15...
y contemplando esa pared blanca que me observa de lejos como siempre...
Me quedaré con la alegría justa pá no derrocharme,
pá no aburrirte con mis verdades, esas que solo son las mías y no las de nadie...
Y me pararé esa milésima de segundo, pá no saber que decirte...
seguro que no acierto, ni aunque quiera...
Pero, fíjate!! mientras tanto sigo escribiéndote sin saber por donde cogerte... si por los pies... igual te huelen y no lo aguante...
o por las manos que se escurren...
no sé... mientras tanto te cuento un secreto de esos de a voces... que me alegra saber cada puto día que pasa que alguien como tú existe...